Tegucigalpa – Las elecciones en Honduras el 26 de noviembre serán marcadas por la reelección que busca el presidente Juan Orlando Hernández y la participación de diez partidos, de los que seis no tienen posibilidades de triunfo.
La reelección que busca Hernández ha provocado que la oposición política busque evitarla alegando que la Constitución de la República no permite esa aspiración bajo ninguna modalidad, pero la Corte Suprema falló para permitirla en dos oportunidades y en las más elevadas instancias.
Ese hecho quedó registrado en un fallo de la Corte Suprema de Justicia, de mayo de 2015, que dejó abierta la posibilidad de que el presidente pueda buscar reelegirse, en el caso de Hernández bajo la bandera del gobernante Partido Nacional, con la que ganó las elecciones de 2013.
Para evitar que Hernández pueda reelegirse, tres partidos, el Libertad y Refundación (LIBRE), Anticorrupción (PAC) e Innovación y Unidad-Social Demócrata (PINU-SD), han conformado una coalición denominada Alianza Opositora en Contra de la Dictadura.
Los principales protagonistas de la Alianza son el expresidente Manuel Zelaya, quien fue derrocado el 28 de junio de 2009, y el presentador de televisión Salvador Nasralla.
Zelaya es coordinador general de la alianza y de LIBRE, partido que, al igual que el PAC, fundado por Nasralla, surgieron tras el golpe de Estado de 2009.
El PINU-SD, partido con casi medio siglo de existencia, que nunca creció y ha estado a punto de desaparecer, es liderado por Guillermo Valle, quien considera que sus militantes también contribuirán a impedir que Hernández sea reelegido.
La Alianza lleva como candidato presidencial a Salvador Nasralla, quien lo más reciente que ha hecho es presentar una propuesta a la empresa privada sobre lo que él haría en caso de llegar al poder, pero su propuesta solo marca enunciados generales y no detalla cómo lo hará, un ejemplo de ello ocurre en el caso de la propuesta de bajar los impuestos.
Otro de los planteamientos electorales de la Alianza Opositora dice que no se cobrará el servicio de energía eléctrica en Honduras y que la misma será gratuita. En ese caso no se refieren a un sector de la sociedad, sino que lo plantean de forma general.
Nasralla, quien asegura que al PAC le robaron las elecciones de 2013, en las que su partido logró unos trece diputados en el Parlamento, que tempranamente se desgranaron y cada uno tomó su propio rumbo, también considera que él es el político que más está creciendo y que el triunfo, de no haber fraude, lo tiene asegurado.
El lanzamiento de Nasralla como candidato presidencial por la Alianza, supuso un revés para Xiomara Castro, esposa de Zelaya, quien fue la candidata de LIBRE en las elecciones de 2013, en las que logró obtener más de 30 diputados, aunque también alega que las perdió porque el Partido Nacional hizo fraude. En el camino también Libre ha perdido una buena parte de su cuota legislativa.
Antes de que se conformara la Alianza, Castro era la candidata presidencial de LIBRE para los comicios de noviembre próximo.
Analistas consideran que la Alianza no es un revés para Castro, sino una hábil maniobra de su marido, quien salió del poder cuando promovía reformas constitucionales, desoyendo impedimentos legales y específicamente el mandato de un juez.
Antes de constituirse la Alianza, Manuel Zelaya decía que, aunque no estaba de acuerdo con la reelección, no descartaba buscarla porque él era el único que podía impedir que Hernández se reelija.
En las estructuras de LIBRE algunos activistas se sienten defraudados porque la Alianza hizo a un lado a su candidata Xiomara Castro, quien públicamente ha admitido que en estos momentos Nasralla tiene más aceptación que ella.
Los otros dos partidos que pueden ganar las elecciones, que serán las décimas desde que el país retornó a la democracia tras casi 20 años de regímenes militares, son el Nacional, en el poder, y el Liberal, ambos conservadores y con más de un siglo de historia.
Pero el Partido Liberal, que en 2006 llevó a Zelaya al poder, después de haber alternado con el Nacional durante más de un siglo, en las elecciones de 2013 fue relegado a segunda fuerza de oposición, la que le arrebató LIBRE.
El Partido Liberal, que ahora lidera Luis Zelaya, su candidato presidencial para los comicios de noviembre se dividió tras el golpe de Estado de 2009 entre quienes apoyaron la salida de Manuel Zelaya y los que lo rechazaron.
Luis Zelaya, con su mensaje, contrario a lo que hacen los líderes de la Alianza, asegura que él es el candidato que más está creciendo según algunos sondeos de opinión y que no tiene duda de que el Partido Liberal ganará las próximas elecciones.
Los otros cinco partidos, todos minoritarios, entre ellos el Alianza Patriótica Hondureña, liderado por el general retirado Romeo Vásquez, quien era el máximo jefe militar cuando Zelaya fue sacado del poder, no tienen posibilidad de ganar las próximas elecciones.
Los otros partidos minoritarios representan un gasto, difícilmente redituable, para la todavía frágil democracia hondureña.