Ginebra – La congelación de buena parte de la ayuda humanitaria estadounidense comienza a tener efectos directos en numerosas agencias de Naciones Unidas, incluida la dedicada a los refugiados (ACNUR), que este viernes confirmó al menos 400 despidos.
«Estamos en el trágico proceso de reducir empleos, 400 han sido recortados ya (…) y en el futuro habrá más», reconoció en rueda de prensa el portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados Matthew Saltmarsh.
El portavoz de ACNUR recordó que la contribución de Estados Unidos a la agencia solía ser anualmente como promedio el 40 % del total, por lo que la salida de su principal donante está generando ya problemas financieros importantes.
«Estamos estudiando ahora la manera en la que otros actores, donantes individuales y sector privado pueden dar un paso adelante para mantener nuestra vital labor de salvar vidas cada día en el mundo», afirmó.
Saltmarsh también indicó que a principios de año se tomaron medidas para reducir un 9 % del presupuesto para emergencias.
El portavoz puso ejemplos de los efectos de los recortes en varios programas de ACNUR en el mundo, como el cierre de tres cuartas partes de las instalaciones que atendían a mujeres y niñas en riesgo de sufrir violencia en Sudán del Sur, lo que ha dejado a 80.000 de ellas sin acceso a apoyo psicosocial y ayuda legal y médica.
«En Etiopía, 200.000 refugiados y desplazados internos ya no tienen acceso a servicios vitales, incluidas viviendas para acoger a mujeres en riesgo», señaló Saltmarsh, quien también citó el cierre de siete centros de ayuda local en Turquía.
El portavoz citó un reciente llamamiento del alto comisionado Filippo Grandi para que aumenten las contribuciones a ACNUR, en el que señaló -sin citar directamente a EEUU- que si se mantienen los problemas de financiación, «morirá gente, muchos programas y oficinas tendrán que cerrarse y la asistencia no llegará».
«Hay 120 millones de desplazados forzosamente en el mundo y sufrirán graves consecuencias como resultado de los recortes en el suministro de medicinas críticas, alimentos, suministros de emergencia, agua potable y otros servicios de protección», agregó Saltmarsh. EFE