La Habana – El presidente de Cuba, Raúl Castro, asiste hoy al pleno extraordinario del Parlamento que aprobará una nueva Ley de Inversión Extranjera como parte de las reformas económicas de su Gobierno para «actualizar» el socialismo cubano.
La Asamblea Nacional de la isla (Parlamento unicameral) reúne este sábado a otros dirigentes del gobernante Partido Comunista y del Gobierno en la sesión final de debate de la medida, que ya fue analizada previamente en comisiones parlamentarias el viernes, indicó la estatal Agencia de Información Nacional.
La nueva ley, que modificará la vigente desde 1995, es considerada como «estratégica» y «trascendental» por el Gobierno para impulsar el desarrollo del país mediante la diversificación y ampliación de los mercados de exportación, el acceso a tecnologías avanzadas y la sustitución de importaciones.
Según medios oficiales, el proyecto autoriza la inversión foránea en todos los sectores excepto salud, educación e instituciones armadas, y contempla beneficios fiscales para los capitales extranjeros.
En una reunión de los diputados celebrada previa al pleno ayer viernes en La Habana, el ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, subrayó que Cuba necesita inyecciones de capital de más de 2.000 millones de dólares al año para que su economía crezca.
Según el ministro, si la economía cubana no crece a niveles de alrededor del 7 por ciento y si no se acumula entre el 25 y 30 por ciento para hacer inversiones el país no se podrá desarrollar.
«Para que eso ocurra necesitamos entre 2.000 y 2.500 millones de dólares en inversiones extranjeras cada año y para que vengan, hay que darle incentivo», aseveró.
De acuerdo con medios locales, Malmierca y el presidente del Parlamento, Esteban Lazo, manifestaron asimismo que el nuevo proyecto de ley, al igual que la norma vigente, no veta a los cubanos residentes en el exterior para que realicen inversiones.
Malmierca precisó que esa oportunidad de invertir en la isla existirá para personas que «no tengan posiciones adversas al proceso revolucionario ni estén vinculadas con la mafia terrorista de Miami (EE.UU.)», donde reside la mayor comunidad de cubanos fuera de la isla.
Añadió que se tendrá en cuenta que los cubanos residentes en el exterior «ofrezcan un negocio de interés sustantivo para el país» según la cartera de inversiones existente.
La nueva ley, que modificará la vigente desde 1995, es considerada como «estratégica» y «trascendental» por el Gobierno para impulsar el desarrollo del país mediante la diversificación y ampliación de los mercados de exportación, el acceso a tecnologías avanzadas y la sustitución de importaciones.
Según medios oficiales, el proyecto autoriza la inversión foránea en todos los sectores excepto salud, educación e instituciones armadas, y contempla beneficios fiscales para los capitales extranjeros.
En una reunión de los diputados celebrada previa al pleno ayer viernes en La Habana, el ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, subrayó que Cuba necesita inyecciones de capital de más de 2.000 millones de dólares al año para que su economía crezca.
Según el ministro, si la economía cubana no crece a niveles de alrededor del 7 por ciento y si no se acumula entre el 25 y 30 por ciento para hacer inversiones el país no se podrá desarrollar.
«Para que eso ocurra necesitamos entre 2.000 y 2.500 millones de dólares en inversiones extranjeras cada año y para que vengan, hay que darle incentivo», aseveró.
De acuerdo con medios locales, Malmierca y el presidente del Parlamento, Esteban Lazo, manifestaron asimismo que el nuevo proyecto de ley, al igual que la norma vigente, no veta a los cubanos residentes en el exterior para que realicen inversiones.
Malmierca precisó que esa oportunidad de invertir en la isla existirá para personas que «no tengan posiciones adversas al proceso revolucionario ni estén vinculadas con la mafia terrorista de Miami (EE.UU.)», donde reside la mayor comunidad de cubanos fuera de la isla.
Añadió que se tendrá en cuenta que los cubanos residentes en el exterior «ofrezcan un negocio de interés sustantivo para el país» según la cartera de inversiones existente.
