Chicago (EEUU) – Megan Rapinoe puso fin este domingo en el estadio Soldier Field de Chicago (EEUU) a una gloriosa trayectoria de 16 años con la selección de Estados Unidos, al despedirse del ‘Team USA’ en un amistoso ganado por 2-0 a Sudáfrica tras conquistar dos Mundiales y el oro olímpico de Londres 2012.
La delantera californiana fue titular y estuvo 53 minutos en el campo en su último partido como internacional y seguirá jugando al menos un mes más antes de retirarse definitivamente del fútbol al acabar la temporada de la NWSL, la liga profesional de fútbol femenino estadounidense, en la que juega en las OL Reign.
Una de las voces más respetadas a nivel mundial por su lucha por la igualdad de género y los derechos sociales, Rapinoe dejó a la selección de su país tras 203 partidos, 63 goles y 73 asistencias.
Pudo mejorar esa marca en la tarde de Chicago, pues, segundos antes de que la entrenadora Twila Kilgore le sustituyera, lanzó una falta directa desde los 20 metros que acabó alta por pocos centímetros, dando incluso la sensación de entrar desde algunos sectores de las gradas del Soldier Field.
Cuando la asistenta de la árbitra enseñó su dorsal número 15 para la sustitución, los 25.622 espectadores presentes en el Soldier Field se levantaron y le homenajearon con una sentida ovación.
Rapinoe debutó con Estados Unidos en 2006, cuando tenía 21 años, y con su carisma, liderazgo y compromiso social, llevó no sólo el fútbol sino el deporte femenino a otro nivel.
Las notas de ‘Simply The Best’ de Tina Turner acompañaron a Rapinoe en las celebraciones posteriores al duelo, realizadas en el centro del campo junto al resto de sus compañeras.
Más que una futbolista
La futbolista californiana usó su deporte como una plataforma para sensibilizar sobre los derechos humanos. Su labor fue premiada en 2022 con la Medalla Presidencial de la Libertad, la máxima distinción civil de EEUU.
Junto a compañeras de la selección como Alex Morgan, luchó durante años hasta conseguir, en 2022, un histórico convenio colectivo que garantiza igualda de condiciones entre las selecciones femenina y masculina estadounidense.
«Dejo el fútbol en un sitio mejor respecto a donde lo encontré», aseguró Rapinoe en una emotiva rueda de prensa de despedida organizada el sábado en Chicago.
Y deja a la selección americana con un palmarés extraordinario. Conquistó el oro en los Juegos de Londres 2012, su primer gran éxito global, y encadenó dos Mundiales consecutivos en 2015 y 2019.
También formó parte de la expedición que viajó a Australia y Nueva Zelanda el último verano para disputar el último Mundial de su carrera.
Kilgore le alineó de titular este domingo ante Sudáfrica en un tridente completado por Morgan y Trinity Rodman y su equipo triunfó por 2-0.
Trinity Rodman y Sonnett, en una ocasión originada en un saque de esquina de Rapinoe, anotaron los goles del triunfo estadounidense, que tres días antes se había medido precisamente con Sudáfrica en Cincinnati, en la despedida de otra leyenda como Julie Ertz. En ese caso, Estados Unidos ganó por 3-0.
Gran ambiente en el Soldier Field
Se jugó en un Soldier Field preparado para las grandes ocasiones, con 25.622 espectadores en las gradas en una tarde soleada y con 20 grados de temperaturas, las mejores condiciones para competir.
Rapinoe fue ovacionada desde el primer momento en el que pisó el terreno de juego para calentar y recibió todo el cariño de USSF en los prolegómenos del encuentro, cuando se le entregó una camiseta especial con el número 203, sus partidos como internacional.
En el campo le esperaron los familiares más cercanos, incluida su pareja Sue Bird, exjugador de la WNBA, la liga de baloncesto femenino estadounidense.
A Rapinoe le espera todavía al menos un mes de competición, pues terminará la temporada de la NWSL con las OL Reign, que están actualmente en puestos de ‘playoffs’.
Al acabar el partido, la USSF proyectó un vídeo homenaje a Rapinoe en las pantallas gigantes del Soldier Field. EFE