Tegucigalpa – Luis Zelaya tiene claridad en sus ideas. Tras ganar la postulación presidencial por el Partido Liberal y convertirlo en la primera fuerza opositora, ha logrado renovar a un partido centenario que parecía estar en sus estertores.
– Es inaceptable que el 70 por ciento de los jóvenes hondureños su objetivo de vida es irse del país, criticó Zelaya.
-Descarta las alianzas al estilo de las que han protagonizado los partidos políticos para favorecerse con posiciones de poder.
-No conoce personalmente a Kevin Solórzano, pero cree que las dudas en el proceso son una falencia que debe favorecerle.
Tras una reñida competencia que devolvió a los liberales entusiasmo y bríos para competir, Luis Zelaya, un académico que rectoró hasta hace poco una prestigiosa universidad privada hondureña, surge en el liberalismo sin que hasta mediados de año anterior, los tradicionales caciques y cuadros de dirección de la enseña rojo blanco rojo, le vieran irrumpir en proselitismo o activismo.
El ex rector y ahora candidato presidencial por el Partido Liberal, nos atendió en su oficina, un piso de un céntrico edificio de Tegucigalpa.
En el espacio no hay lujos, tampoco tecnología de punta y hay que subir una buena cantidad de gradas para llegar a las oficinas.
Sin muchos formalismos para entablar una conversación empezó el diálogo:
Proceso Digital (PD): ¿Le molesta que lo llamen un outsider en el Partido Liberal y no un miembro de trayectoria?
Luis Zelaya (LZ): No, de ninguna manera. La gente lo vio así desde el inicio porque no había tenido una participación, digamos que es la primera vez que voy por un cargo de elección popular, pero mi familia ha sido de filiación liberal, siempre he votado por el Partido Liberal, tanto en las elecciones internas como en las generales. Y bueno, en lo absoluto, no me molesta que me digan outsider.
(PD): ¿Cómo nace esa posibilidad de ser precandidato presidencial en el Partido Liberal?
(LZ): Desde antes, y cuando digo antes, me refiero a cinco años atrás, se me ofreció participar en política, pero como en todo en la vida hay un momento y un espacio, en aquel momento no lo sentía. Luego, hace un par de años se me volvió a ofrecer incursionar en política, tampoco sentí el tiempo ni el momento.
La verdad, lo comencé a considerar a mitad del año pasado y recuerdo bien que tomé la decisión el 23 de julio. Fue así que comencé a hacer una mediciones y bueno lo anuncié oficialmente un 1 de septiembre.
(PD): Usted ha dicho que el triunfo no lo tomó por sorpresa, ¿qué le hacía tener la certeza que ganarías las primarias de su partido?
(LZ): Muchos han malinterpretado eso y lo ven como soberbia de mi parte, lo que pasaba es lo que dije, que empecé a hacer mediciones a mitad del año pasado y me di cuenta cómo estaban algunos de los liderazgos que se manifestaban insipientemente en ese momento y toda mi formación académica y profesional gira en torno a datos, las decisiones que tomo las hago en base a datos.
Nosotros veníamos haciendo nuestras mediciones y los resultados lo reflejaban e incluso las mediciones daban una diferencia de 35 puntos, y al final creo será de 25.
(PD): ¿Hubo momentos álgidos de la campaña en la que pensó dar un paso al costado?
(LZ): No. Obviamente hay temas complejos, pero la decisión estaba tomada, no había vuelta atrás. Yo siempre decía una frase: ‘aquí el único que no se puede salir soy yo’… muchos que al final me acompañaron en un inicio no terminaron conmigo. Siempre fui consciente, no era una elección, entonces no me planteaba. Hubo momentos difíciles porque no fue fácil conseguir gente nueva que quería entrar en política y eso de alguna forma me cuestionó. Yo creía que más gente nueva con un perfil similar al mío quería participar en política, pero no fue tanto así, mucho me decían: ‘mis hijos están pequeños, tengo una empresa y mirá no quiero entrar en problemas’…
Yo decía que si no participamos perdemos el derecho a criticar. En la física hay un dicho que dice: ‘dos cuerpos no pueden ocupar el mismo espacio’, entonces si los que no participan en política critican que los espacios son ocupados por los que tradicionalmente han estado en política, pero eso seguirá así si los que no participan no deciden involucrarse.
(PD): ¿Ya lo llamó Carlos Montoya?
(LZ): No, todavía no, pero sí lo hizo su hijo Carlos Montoya hijo, todos tenemos nuestro tiempo y espacio. De ahí con todos los demás hablé.
(PD): ¿Serán los jóvenes los que decidirán la elección de noviembre?
(LZ): Van a ser determinantes, se trata de 800 mil nuevos votantes, son jóvenes de entre 18 y 22 años que tienen una forma diferente de pensar.
El tema es que se supone los jóvenes siempre han sido indiferentes y que no votan. Hay un reto para que ellos asuman ese rol protagónico que la democracia les otorga. Ese bono demográfico que está viviendo el país también se traduce en las elecciones y 800 mil votos deciden una elección.
Luego hay que entender que el 40 por ciento de los hondureños se definen no simpatizantes a un partido político, es decir que los que hemos vivido el pasado domingo 12 de marzo es apenas el 60 por ciento de la población y hay un 40 que dice votará de forma independiente.
(PD): ¿Y qué espacios tendrán los jóvenes en un eventual gobierno de Luis Zelaya?
(LZ): Un espacio importantísimo. Yo abogo por un modelo de desarrollo inclusivo y con oportunidades para todos, incluidos los jóvenes y sin privilegios para nadie.
(PD): Siempre hablando de jóvenes, ¿qué le hace pensar que Kevin Solórzano es inocente?
(LZ): Por la forma. Fue una de las razones por las que me involucré en política, conozco desde el principio el caso y hay muchas inconsistencias y quedó retratado cuando se hizo público. Aquí prevaleció la prueba testifical sobre la prueba científica.
Voy a decir algo que muchos no saben, yo no conozco a Kevin, ni siquiera le he hecho alguna llamada nunca. Era un alumno nuestro (de la Universidad Tecnológica Centroamericana, Unitec), entonces obviamente me involucré, entonces conozco el caso, pero a él no lo conozco personalmente, y por ahí decían que yo le pagaba abogados y que incluso iba a la Penitenciaría a visitarlo, eso no es cierto, todo es mentira, pero el proceso cómo se fue manejando, cómo tergiversaban la verdad y decir que no se habían hecho las llamadas y yo personalmente vi el vaciado y vi las llamadas, entonces esas inconsistencias son las que me hacen dudar. Ante la duda debe prevalecer el ‘in dubio pro-reo’ (es una locución latina que expresa el principio jurídico de que, en caso de duda, por ejemplo, por insuficiencia probatoria, se favorecerá al imputado o acusado).
(PD): Dígame tres propuestas concretas que sería el eje de su gobierno
(LZ): El tema de agua y territorio. Vamos a establecer una Secretaría de Estado en el tema de agua porque nos vamos a medir en base a dos indicadores: el índice de progreso social y el índice de competitividad.Somos uno de los países con grandes recursos hídricos y que nuestra gente no tenga agua es algo inaceptable. Vamos a proteger los recursos hídricos, potenciar el acceso al agua potable y, por último, sistemas de riego para el control de inundaciones.
Otra propuesta será la reactivación de la economía para la generación de empleos. Honduras es el país con la carga tributaria más alta de Centroamérica. Vamos a derogar el 1.5 por ciento, seremos el país donde más fácil será abrir un negocio en la región.
Y la última es el tema educativo, transformaremos el modelo actual en el país. Sé cómo hacerlo, lo he hecho toda mi vida y vamos a trabajar en una educación bilingüe. Es imperativo para competir con el mundo global que los jóvenes aprendan inglés, una educación técnica vocacional y una educación tecnológica, porque hay que cerrar esa brecha digital entre los que tienen pocos y muchos recursos. Le agregaría que vamos a establecer distritos, centros de excelencia académica, artística, deportiva y liderazgo en valores. Este modelo de educación está concatenado a un modelo de seguridad.
(PD): Imaginemos un primer día suyo de gobierno, ¿cuáles serían las primeras acciones?
(LZ): Ya lo he dicho, voy a vender el avión (presidencial).
(PD): ¿Se puede vender un avión aun y cuando los informes oficiales hablan de que fue donado por Taiwán?
(LZ): Claro, ¿por qué no? Es interesante lo que preguntas, dicen que es donado, nadie sabe si es así porque no hay transparencia. También voy a derogar el 1.5 por ciento. Estas serán dos acciones casi inmediatas que vamos a hacer.
Se ha criticado el tema del avión, pero se trata de un simbolismo. No se van a resolver los problemas vendiendo ese avión, pero es un simbolismo porque el país tiene otras necesidades.
(PD): ¿Cómo viajará a sus actividades como presidente?
(LZ): Lo haré como viajas tú o lo hace cualquiera, en vuelos comerciales. ¿Es incómodo? seguro que sí, pero tenemos que poner los pies sobre la tierra.
(PD): ¿Dos acciones que le critica fuertemente y dos que valora del actual gobierno?
(LZ): Dos cosas que le critico: una, un modelo de desarrollo exclusivo, ese crecimiento macroeconómico que tenemos en el país no se traduce en las grandes mayorías. Para el caso seis de cada 10 hondureños no tienen empleo. Entonces, es un modelo en el que crecen rubros específicos: telecomunicaciones, energía, servicios financieros que no son intensivos en mano de obra.
Lo anterior no quiere decir que no debe haber orden en las finanzas públicas, pero el modelo económico de desarrollo tiene que bajar.
La segunda cosa que no apruebo es que se ha deteriorado la institucionalidad del país. La injerencia de un poder del Estado creo que socava la institucionalidad y para mí ese es nuestro principal problema.
Cosas buenas que se han hecho, el orden fiscal, hay que mantener ese orden fiscal, eso es bueno. También lo de los parques, la gente no tiene donde tener espacios de ocio y recreación y eso es bueno.
(PD): ¿Es usted católico- Opus Dei?
(LZ): No, como ocurre con el outsider porque no lo soy y si lo fuera lo diría con orgullo, no sé cuál es el problema. Soy católico, eso sí, me gradué en un colegio católico, mis hijos estudian en un colegio católico, pero no soy del Opus Dei.
(PD): ¿Y la mujer qué espacio tendrá en su gestión presidencial, si llega al poder?
(LZ): Serán fundamentales. He trabajado con las mujeres cuando estaba en la Universidad, el 60 por ciento de los ejecutivos eran mujeres. Además, promoví el estudio de ingenierías en mujeres para que sacaran sus doctorados.
También vamos a tener planes para la mujer madre soltera, esa que es padre y madre al mismo tiempo trabaja. Repito, vamos a trabajar muchos planes con mujeres.
(PD): En las planillas del Partido Liberal hay muchos que resultaron favorecidos y que han sido señalados por vínculos con el crimen organizado, ¿qué hará con ellos?
(LZ): Valga la aclaración, los que resultaron porque no iban en las planillas de nuestro movimiento, aunque ahora son parte del Partido Liberal.
Estamos esperando los resultados oficiales del Tribunal Electoral para ver qué pasará con ellos. Vamos a tener acercamientos y primará el beneficio del partido y del país. Es claro que el partido tiene su ideario y sus principios y sobre eso vamos a actuar.
(PD): ¿Cómo ha tomado, las denuncias de fraude durante las elecciones primarias?
(LZ): Es lamentable. Volvemos a lo mismo, al tema de la institucionalidad del país. Vemos videos en los que abiertamente se manifiesta un fraude y de oficio el Ministerio Público debería de actuar, no esperar que se presenten las denuncias.
Es imperativo depurar el Tribunal Supremo Electoral y ahí me refiero a que todos los partidos políticos demos un paso al costado. Cuando me hablan de alianzas y dicen una alianza para que PAC y Libre tengan un magistrado en el Tribunal Electoral, yo les digo no, al contrario, todos los partidos políticos debemos dar un paso al contado y salirnos, que el Tribunal sea un cuarto poder del Estado, que sea apolítico, eminentemente técnico para que nos aseguren elecciones limpias. Lo mismo debe pasar en el Registro Nacional de las Personas porque el primer acto de corrupción en un país se da en las elecciones.
(PD): ¿Está listo para enfrentar unas elecciones generales?
(LZ): Enfrenté unas internas estilo Honduras y las gané. Cuando el pueblo se manifiesta… obviamente hay que cuidar el tema de las mesas y el manejo de las credenciales, todo eso debe cambiar, debe darse el voto electrónico, las mesas ciudadanas, la elección por distritos y la segunda vuelta (balotaje). Hay que hacer muchas reformas electorales, pero digo que primero hay que fortalecer la institucionalidad del Tribunal Electoral haciéndolo apolítico.
(PD): ¿Le asusta el 1.3 millón de votos que sacó el Partido Nacional?
(LZ): Todos sabemos cómo se dieron, ahí están los vídeos que lo demuestran. A parte de eso fue un voto obligado, a la mayoría de los empleados públicos se les obligó a ir a votar. Muchos nacionalistas me mostrado el dedo y me manifestaron que los obligaron a votar por el oficialismo, pero en las generales lo harán por mí.
Lo que esta gente me dice: ‘eso sí, no nos defraude’… la gente está molesta. Y luego hay un voto de extorsión en los que se advertía que si no votaban por el Partido Nacional les iban a quitar los beneficios sociales.
La realidad es otra, sabemos cómo el oficialismo llegó a esa cantidad de votos y el pueblo también lo sabe.
(PD): Cuando critica que la justicia fracasó al permitir la extradición de hondureños ¿podemos entender que usted no continuará con estos procesos judiciales?
(LZ): No, no, no… al contrario. No digo que la justicia colapsó por las extradiciones, más bien lo que critico es que es algo vergonzoso, indignante y nos debe llamar mucho la reflexión que delitos cometidos en territorio hondureño por criminales confesos hondureños, con víctimas hondureñas, se estén juzgando con jueces y fiscales norteamericanos, a eso me refiero.
Si las extradiciones están en base a ley deben seguir, pero nos debe llamar a la reflexión y reitero el tema de la institucionalidad, esos juicios deberían darse aquí.
(PD): ¿Cómo califica a la MACCIH?
(LZ): Ya está llenándose la paciencia de la gente que quiere resultados y máxime cuando ve todo esto.
Con todo este tema del testimonio del Cachiro, la Fiscalía ha dicho que enviará fiscales a Nueva York, luego la MACCIH dice que dará acompañamiento, eso es como un niño que nunca ha hecho la tarea, levanta la mano y le dice al maestro hoy si la voy a hacer, se lo prometo, y el maestro le dice voy a estar al lado tuyo a ver si la haces, todo esto nos debe llamar la atención.
(PD): ¿Es posible una alianza de oposición sin usted a la cabeza?
(LZ): Todo es posible. Mucha gente me dice que si da una alianza y yo la encabezo soy el próximo presidente de Honduras, pero te imaginas qué sentido tendría que sea presidente de la República, con una alianza, y salga en una foto con la banda, pero siga habiendo esto que hablábamos del Tribunal Supremo Electoral, ¿qué sentido tiene?
Yo quiero cambiar el país, si no tuviera ese sueño de cambiar al país, estaría donde estaba antes que estaba bien. Si se me ofrece la oportunidad de ser presidente del país, pero no cambio el país, no lo acepto.
Si hay una alianza con un propósito de país, con un objetivo ulterior de cambiar los cimientos del país y de fortalecer la institucionalidad, bienvenida cualquier alianza, pero una alianza para que la lidere yo o no en función de repartición va en contra de mis principios.
(PD): ¿Con Salvador Nasralla y Mel Zelaya ya se comunicó últimamente?
(LZ): No, no he tenido comunicación con ellos. El 15 de noviembre del año pasado hablé con Salvador Nasralla y con el expresidente Manuel Zelaya nunca he tenido la oportunidad de conversar.
(PD): ¿Cuatro años son suficientes para gobernar el país?
(LZ): Son suficientes si tienes un plan de país que se le dé continuidad a futuro. No concibo como no pueda haber otro nacionalista que pueda seguir los planes de un gobierno que empezó un correligionario, no es el tema de la persona, el tema es que haya un plan y que se siga, el que lidera va a cambiar, los liderazgos son temporales, lo importantes es que haya un plan de país y que sigamos en esa ruta de desarrollo y crecimiento.
(PD): Y los migrantes, ¿qué tiene para ellos?
(LZ): Yo a los migrantes les llamo refugiados, nadie abandona el país porque quiere.
Recién hace una semana ofrecí una charla donde había 400 jóvenes universitarios, estudiantes de ingeniería industrial, y les pregunté quienes tenían familiares fuera del país, casi en su totalidad levantaron la mano. La familia hondureña se está separando, tenemos a madres criando los hijos de sus hijos, de sus hermanas, e incluso de sus vecinas. La gente se va por temas de seguridad y porque no hay oportunidades.
Para el caso, a Costa Rica, Nicaragua, Panamá y Belice -por decir países del área- no les importa si el muro de la frontera tiene cinco o 10 metros de alto. Nosotros debemos generar las oportunidades aquí, nadie quiere irse de su país, y muchos de los que están afuera añoran con regresar. Es inaceptable que el 70 por ciento de los jóvenes su objetivo de vida es irse del país.
Imaginémonos en un caso hipotético que Estados Unidos diga: ‘les vamos a dar visa a todos los jóvenes hondureños de 18 a 25 años’… el 70 por ciento se iría del país y el restante 30 por ciento al ver que los primeros se van también tomarían la misma decisión. Nos quedaríamos sin jóvenes.
(PD): ¿Su mensaje final a los internautas de Proceso Digital que leerán la entrevista?
(LZ): Que no perdamos la fe y la credibilidad en el país. Podemos perder la fe y la credibilidad en quienes los gobiernan o nos han gobernado, en quienes imparten justicia inclusive, pero no debemos perder la confianza en nosotros mismos porque… Nosotros somos Honduras.