Barcelona – El capitán barcelonista Carles Puyol ha anunciado prácticamente su adiós del fútbol tras quince años al máximo nivel, tanto en la entidad azulgrana como en la selección española, donde ha acumulado todos los títulos posibles.
«La idea es recuperarme. Este año por los problemas físicos apenas he podido jugar y difícilmente podré jugar en el futuro en otro sitio», ha dicho Puyol, quien ha descartado ser entrenador en el futuro y ha admitido que ha hablado con el club para poder realizar algún proyecto, sin concretarlo.
En una multitudinaria conferencia de prensa, donde ha estado acompañado por sus compañeros, excompañeros, exentrenadores, presidentes y expresidentes de la entidad, antiguos seleccionadores españoles como José Antonio Camacho o Iñaki Sáez y buena parte del mundo del fútbol, Puyol ha cerrado la puerta.
«Se acaba una etapa, pero para mí llegan otras y espero disfrutarlas igual que esta», ha dicho Puyol, quien espera recuperarse de sus problemas físicos ahora que no tiene la presión de jugar.
Los múltiples problemas físicos sufridos en su carrera deportiva y que han ido en aumento en los últimos años han influido en el adiós de Puyol, quien tenía contrato con el Barcelona hasta junio de 2016.
Puyol, de 36 años, ha jugado 593 partidos oficiales con el Barcelona, equipo con el que ha conquistado 21 títulos (6 Ligas, 3 Champions, 2 Copas del Rey, 2 Supercopas de Europa, 6 Supercopas de España y 2 Mundiales de Clubes). Con la selección española jugó 100 con el Mundial de 2010, la Eurocopa de 2008 y la medalla de plata olímpica en Sydney como máximos trofeos.
No sabe cuáles son sus planes de futuro. «Quiero recuperarme de la rodilla y ya veremos lo que pasa. En estas semanas me tengo que plantear muchas cosas, no es una decisión exclusivamente mía, sino también de mi pareja. El club ha hablado también conmigo, pero no puedo decir mucho más», ha dicho.
Puyol se ha emocionado durante el homenaje que le ha tributado el Barça. «He vivido el sueño de millones de niños, he sido un privilegiado, porque durante 19 años me he levantado y he ido hacer lo que más me gustaba», ha dicho.
El capitán del Barça ha recordado que ha ganado «muchos títulos», pero que se queda con la parte humana del club barcelonista. «Llegue como un niño y me voy con una familia», ha indicado.
«No tendría tiempo de darles las gracias a todos, pero quiero agradecer a los presidentes, directivos, empleados, entrenadores y a mis compañeros. He jugado con los mejores jugadores y con las mejores personas. Os echaré mucho de menos», ha dicho Puyol a la plantilla barcelonista, presente en el acto. También ha agradecido la ayuda prestada siempre por la Federación Española de Fútbol.
En su despedida, Puyol ha recordado a personas que han marcado su carrera y que han fallecido como su padre, Tito Vilanova, Luis Aragonés, Miki Roqué y Antonio Oliveras.
Xavi Hernández, en nombre de toda la plantilla, le ha agradecido su coraje, valentía y generosidad. «Nunca olvidaré la final de Wembley cuando le dejaste a Abidal levantar la Copa», ha dicho.
«Siempre has dado ánimos y consejos. Tu siempre lo has dado todo por el equipo. Eres el tío más profesional con el que he compartido un vestuario. Hemos vivido momentos difíciles, cuando no ganábamos nada, y también ahora, cuando sí ganamos», ha indicado.
Xavi se ha dirigido a Puyol y le ha dicho que para él sería un «gran honor» poder compartir un proyecto común ligado «al club de nuestra vida».
El director deportivo Andoni Zubizarreta ha calificado a Puyol como «el defensa que siempre cualquier portero quiso tener, el compañero en el vestuario que todos quisimos tener y todo lo hacía desde el compromiso».
Dice Zubizarreta que Puyol es un líder en el vestuario. «Siempre ha estado ahí adelante, cuando las cosas han ido bien y cuando han ido mal», ha comentado el director técnico, quien ha asegurado que el talento «también es afrontar el desánimo, saber levantarse al día siguiente de la derrota o de la lesión».
El presidente del Barcelona, Josep Maria Bartomeu, resumió con una frase el sentir del club: gracias. «Muchas gracias por la huella que nos has dejado y esperemos que seas un ejemplo para las generaciones venideras», ha indicado.
El Barça le organizará un homenaje futuro en el Camp Nou, según ha dicho Bartomeu. «Tu vínculo con nosotros seguirá, esperemos que estés muchos años con nosotros», ha asegurado el dirigente.
En una multitudinaria conferencia de prensa, donde ha estado acompañado por sus compañeros, excompañeros, exentrenadores, presidentes y expresidentes de la entidad, antiguos seleccionadores españoles como José Antonio Camacho o Iñaki Sáez y buena parte del mundo del fútbol, Puyol ha cerrado la puerta.
«Se acaba una etapa, pero para mí llegan otras y espero disfrutarlas igual que esta», ha dicho Puyol, quien espera recuperarse de sus problemas físicos ahora que no tiene la presión de jugar.
Los múltiples problemas físicos sufridos en su carrera deportiva y que han ido en aumento en los últimos años han influido en el adiós de Puyol, quien tenía contrato con el Barcelona hasta junio de 2016.
Puyol, de 36 años, ha jugado 593 partidos oficiales con el Barcelona, equipo con el que ha conquistado 21 títulos (6 Ligas, 3 Champions, 2 Copas del Rey, 2 Supercopas de Europa, 6 Supercopas de España y 2 Mundiales de Clubes). Con la selección española jugó 100 con el Mundial de 2010, la Eurocopa de 2008 y la medalla de plata olímpica en Sydney como máximos trofeos.
No sabe cuáles son sus planes de futuro. «Quiero recuperarme de la rodilla y ya veremos lo que pasa. En estas semanas me tengo que plantear muchas cosas, no es una decisión exclusivamente mía, sino también de mi pareja. El club ha hablado también conmigo, pero no puedo decir mucho más», ha dicho.
Puyol se ha emocionado durante el homenaje que le ha tributado el Barça. «He vivido el sueño de millones de niños, he sido un privilegiado, porque durante 19 años me he levantado y he ido hacer lo que más me gustaba», ha dicho.
El capitán del Barça ha recordado que ha ganado «muchos títulos», pero que se queda con la parte humana del club barcelonista. «Llegue como un niño y me voy con una familia», ha indicado.
«No tendría tiempo de darles las gracias a todos, pero quiero agradecer a los presidentes, directivos, empleados, entrenadores y a mis compañeros. He jugado con los mejores jugadores y con las mejores personas. Os echaré mucho de menos», ha dicho Puyol a la plantilla barcelonista, presente en el acto. También ha agradecido la ayuda prestada siempre por la Federación Española de Fútbol.
En su despedida, Puyol ha recordado a personas que han marcado su carrera y que han fallecido como su padre, Tito Vilanova, Luis Aragonés, Miki Roqué y Antonio Oliveras.
Xavi Hernández, en nombre de toda la plantilla, le ha agradecido su coraje, valentía y generosidad. «Nunca olvidaré la final de Wembley cuando le dejaste a Abidal levantar la Copa», ha dicho.
«Siempre has dado ánimos y consejos. Tu siempre lo has dado todo por el equipo. Eres el tío más profesional con el que he compartido un vestuario. Hemos vivido momentos difíciles, cuando no ganábamos nada, y también ahora, cuando sí ganamos», ha indicado.
Xavi se ha dirigido a Puyol y le ha dicho que para él sería un «gran honor» poder compartir un proyecto común ligado «al club de nuestra vida».
El director deportivo Andoni Zubizarreta ha calificado a Puyol como «el defensa que siempre cualquier portero quiso tener, el compañero en el vestuario que todos quisimos tener y todo lo hacía desde el compromiso».
Dice Zubizarreta que Puyol es un líder en el vestuario. «Siempre ha estado ahí adelante, cuando las cosas han ido bien y cuando han ido mal», ha comentado el director técnico, quien ha asegurado que el talento «también es afrontar el desánimo, saber levantarse al día siguiente de la derrota o de la lesión».
El presidente del Barcelona, Josep Maria Bartomeu, resumió con una frase el sentir del club: gracias. «Muchas gracias por la huella que nos has dejado y esperemos que seas un ejemplo para las generaciones venideras», ha indicado.
El Barça le organizará un homenaje futuro en el Camp Nou, según ha dicho Bartomeu. «Tu vínculo con nosotros seguirá, esperemos que estés muchos años con nosotros», ha asegurado el dirigente.
Carles Puyol, el melenudo que pocos pensaron que llegaría a ser leyenda Uno de los ‘divertimentos’ más comunes entre los incondicionales del Miniestadi es hacer quinielas sobre los jóvenes futbolistas del filial que son carne del primer equipo. La expresión «ese jugador llegará al Camp Nou» sigue siendo un clásico entre los pocos aficionados que siguen asistiendo a los partidos del Barcelona B. Aquel polivalente jugador del filial en la temporada 1998-99 Carles Puyol Saforcada (La Pobla de Segur, Lleida, 1978) no era ni mucho menos el talento más destacado de un equipo en el que jugaban perlas de ‘La Masía’ como Gabri, Luis García o el mismísimo Xavi Hernández. Pocos podían imaginar que ese zaguero, que empezó jugando de extremo y pasó por el centro del campo antes de instalarse en la defensa, que contaba con un físico envidiable y una técnica discreta sería, quince años después, el jugador que más partidos ha defendido la zamarra azulgrana por detrás de su compañero Xavi Hernández. Puyol tampoco tenía el beneplácito de la dirección deportiva. De hecho, en verano de 1999 el entonces secretario técnico Llorenç Serra Ferrer había firmado un acuerdo de cesión con el Málaga, recién ascendido a la Primera División. Pero el técnico holandés Louis Van Gaal, el mismo que le haría debutar en Valladolid la noche del 2 de octubre de ese mismo año, frenó la operación a última hora. Van Gaal le dio la oportunidad y Puyol, a base de esfuerzo y sacrificio como ha demostrado hasta hoy, la aprovechó. Ya fuera de lateral derecho o de central su figura empezó a despuntar en los primeros latidos del siglo XXI, coincidiendo con el adiós del presidente José Luis Nuñez y la llegada de Joan Gaspart, en una de las etapas más oscuras de la historia contemporánea del club azulgrana. A falta de títulos, Puyol era el ejemplo en el césped de lo que el Barça quería pero no podía ser. Su figura se abonaba a la épica para levantar los aplausos de un Camp Nou acostumbrado entonces a vivir ‘pañoladas históricas’ casi cada fin de semana. Los primeros capítulos de su leyenda empezaron a escribirse con el marcaje impecable a Luis Figo en su regreso al Camp Nou como jugador del Real Madrid o el gol que salvó con el escudo en un partido de Liga de Campeones ante el Lokomotiv de Moscú. Con la llegada de Joan Laporta a la presidencia y de Frank Rijkaard a los banquillos, Puyol se consagró en la posición de central y se enfundó el brazalete de capitán. Recogió el testigo de su amigo Luis Enrique Martínez al término de la temporada 2003-04 y en la siguiente levantó su primer título con el club de sus amores. Esa Liga, la decimoséptima de la historia del club, fue el inicio de la década dorada del Barcelona. El año siguiente repetía título liguero y levantaba la Liga de Campeones en París ante el Arsenal (2-1), el primer triunfo continental del Barça después de Wembley 92. Su primera lesión importante llegó en la temporada 2006-07. Se rompió el ligamento lateral externo de la rodilla, la misma articulación que en 2014 le ha obligado a dejar el fútbol. Esa campaña y la siguiente el Barça se quedó en blanco. Era el ocaso del Barça de Rijkaard. La autocomplacencia reinaba en el vestuario y Pep Guardiola llegó para regenerar el equipo. Con el entrenador de Santpedor, Puyol alcanzó su esplendor táctico, técnico y físico en la temporada del triplete. Jugó no solo de central, sino también de lateral, y con su experiencia -tenía 31 años- adiestró a un Gerard Piqué que empezaba a asentarse como central titular del mejor Barça de la historia. Autor de uno de los goles de la mítica goleada en el Bernabeu (2-6), completó un partido impoluto en la final de la ‘Champions’ de Roma ante el Manchester United de Cristiano Ronaldo para convertirse en el primer capitán de la historia del Barça en levantar dos ‘orejonas’. En 2010 logró su cuarta Liga y el Mundial de Sudáfrica con la selección española. Su rendimiento empezó a torcerse la temporada siguiente, debido a los problemas físicos que le han acompañado en los últimos cuatro años, en los que tan solo ha jugado 57 partidos como titular en el campeonato doméstico. Ya en el curso de la cuarta Liga de Campeones del club azulgrana solo disputó 27 encuentros a causa de las molestias en la rodilla que le obligaron someterse a una intervención quirúrgica. Puyol será recordado aquel curso por ceder el brazalete de capitán a Eric Abidal -recién recuperado de una operación para extirparle un tumor en el hígado- quien levantó la copa de campeón de Europa en la final de Wembley que el Barça ganó de forma brillante ante el Manchester United (3-1). En la 2011-2012, en la que levantó el Mundial de Clubes y la Copa del Rey, disputó un total de 40 partidos de titular. Fue el último año en el que las rodillas de Puyol aguantaron la exigencia de la competición. El pasado curso, en el que renovó su contrato hasta el 2016, se le realizó una «limpieza articular de la rodilla derecha» que, unido a la extirpación de un quiste de Baker en junio, le dejó seis meses en el dique seco. El pasado verano Gerardo ‘Tata’ Martino frenó el fichaje de un central para esperar la recuperación de Puyol. Pero en su última temporada de azulgrana el capitán solo ha podido jugar doce partidos. A sus 36 años, Puyol parece que colgará definitivamente las botas. El sueño de emular a su gran ídolo Paolo Maldini y jugar al más alto nivel hasta los 40 años se desvanece. No obstante, siempre podrá recordar que es una leyenda del Barça a los incrédulos del Miniestadi que afirmaban que nunca pisaría el césped del Camp Nou. |