La asistente de la Comisión Europea para América Central, Virginie André, dijo que la experiencia será un ejemplo para implementar en ciudades importantes de Centroamérica como San Salvador, El Salvador y Managua, Nicaragua, donde también los niveles de vulnerabilidad son significativos.
André se reunió con el gerente del CODEM, Roberto Mendoza Garay y representante de varias instituciones de socorro, para conocer los avances obtenidos en este proyecto piloto, que tiene como fin desarrollar obras no estructurales de prevención en forma coordinada con los pobladores de se esas zonas.
Este plan es financiado por la Comisión Europea a través de CARE de Holanda, también está invirtiendo recursos en un programa que dirige la Cruz Roja Italiana, orientado a fortalecer las capacidades de respuesta del CODEM y algunos Comité de Emergencia Local, CODEL, que operan en estos sectores de Comayagüela.
André dijo estar satisfecha por la capacidad de coordinación de las autoridades locales de auxilio, luego agregó que “es importante ver cómo el CODEM coordina todos estos esfuerzos, no solamente con los proyectos financiados por la Comisión Europea, sino también con otros agentes de cooperación”.
“Es excelente ver cómo están organizados y la forma de planificar esfuerzos, hay una parte muy importante también, y es que todas las acciones que se están ejecutando vienen a fortalecer el plan de CODEM”, apuntó.
El proyecto de la quebrada El Sapo está contemplado en el Programa de Preparación para Desastres del Departamento de Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea, DIPECHO, que se desarrolla paralelamente con el Proyecto de Manejo de Riesgo en Tegucigalpa, PROMARTE.
La agilidad demostrada por el CODEM en la ejecución de las obras en la quebrada El Sapo, que han sido construidas en un 50 por ciento a pesar de tener un plazo de 15 meses a partir de marzo pasado para tenerlas concluidas, ha hecho que la Unión Europea esté considerando financiar otro proyecto similar en la capital.







