Las profesiones y oficios enfrentan peligros, riesgos profesionales propios de las características y las condiciones en las cuales se desenvuelven las actividades laborales y de negocios. Es materia de la conocida como seguridad e higiene industrial.
La inseguridad generalizada que sufre Honduras desde hace décadas con la presencia de grupos organizados o simplemente la proveniente de delincuentes comunes ha convertido a algunas profesiones y ciertos oficios en virtualmente ocupaciones de alto riesgo. Tal situación es fomentada por la disfunción en la administración de la justicia y la cosa pública en general.
CONADEH informaba en 2018, que las actividades laborales más peligrosas eran: Abogados, policías, periodistas, conductores de taxi, buses y mototaxis, así como vigilantes privados. Atentados en contra de las víctimas culminan en eventos fatales rodeados de manifestaciones extremas de violencia.
La serie de ocupaciones inseguras, más allá de los riesgos industriales ha aumentado y se ha diversificado. Sólo para mencionar un conglomerado, los dueños de negocios vulnerables a la extorsión constituyen un amplio espectro de personas que, para ganarse la vida, subsisten en un ambiente permanente de zozobra.
La pandemia de COVID-19 ha exacerbado los riesgos para el personal de primera línea (trabajadores de la salud) y otras ocupaciones esenciales que enfrentan situaciones de contagio. El virus en un año ha cobrado la vida de varias decenas de profesionales. Modificaciones logísticas en la entrega de bienes y servicios ha contribuido al auge de empresas “delivery” las que que utilizan motocicletas como medio de transporte expedito y adicionan bajas con heridos y decesos por accidentes de tránsito.
El deliberado descuido en la aplicación de las leyes y la justicia genera condiciones de desigualdad jurídica en donde parte de la sociedad hondureña considera que está por encima de la ley y consecuentemente materializa acciones de atropello a los derechos de la otra parte que no goza del privilegio de la impunidad. Circunstancia oportunista, insostenible y de consecuencias imprevisibles que van desde inducir justicia por propia mano hasta anotaciones en el libro de lo imprescriptible.
Las actividades laborales y de negocios no constituyen asuntos opcionales. Son condición sine qua non para la vida y el desarrollo de la nación hondureña. La urgencia de una administración pública que asuma las responsabilidades que corresponden a una sociedad organizada, tiene dos tareas inmediatas: primero, reducir los riesgos de las profesiones y oficios; y segundo, reestablecer condiciones apropiadas, permanentes y estables que protejan a la población hondureña en general.