“Tanto en la reunión de los tres poderes del Estado como en el Consejo de Ministros el tema será analizado” para poder darle a la prensa la respuesta que merece dijo el presidente hondureño en una declaración concedida a Proceso Digital.
La prensa hondureña vive una situación de creciente inseguridad luego de que el pasado marzo, cinco periodistas murieron en acciones criminales en diferentes zonas hondureñas.
La violencia contra la prensa hondureña se recrudeció desde 2007 cuando fue asesinado el periodista Carlos Salgado quien laboraba para la Radio Cadena Voces.
A esa muerte prosiguieron las de otros comunicadores como Rafael Munguía, en abril de 2008; Bernardo Rivera, desaparecido por varios meses hasta que en marzo de 2009 sus restos fueron encontrados en el occidente hondureño; Osmán López asesinado en abril de 2009 y Gabriel Fino en Julio de 2009.
Hasta llegar a marzo de este año cuando los periodistas Joseph Ochoa , David Meza, Nahúm Palacios, Bayardo Mairena y Manuel Juárez fueron asesinados en diferentes acciones.
Los crímenes de este marzo ocurrieron en Tegucigalpa, la Ceiba, Tocoa y Olancho, respectivamente.
Frente a la escalada de violencia contra la presa, el comisionado Nacional de Derechos Humanos, Ramón Custodio, envió una comunicación a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en la cual solicita medidas cautelares para los comunicadores .
%26nbsp;La CIDH aún no responde la solicitud documentada que le trasladó el comisionado aún antes de que ocurrieran los dos últimos asesinatos contra los periodistas Mairena y Juárez en Olancho.
Frente a las acciones del comisionado de Derechos Humanos, el gobernante hondureño dijo que las acciones que realiza esa instancia son oportunas y merecen el respaldo y el reconocimiento de quienes velan por la vida y los derechos de los periodistas.