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Presidente de Congreso de Guatemala afirma que Cicig es «experimento fallido»

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Guatemala – El presidente del Congreso guatemalteco, Álvaro Arzú Escobar, aseguró hoy en una sesión solemne del Congreso y presentación del tercer informe de Gobierno que la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) «es historia, como un experimento fallido de las Naciones Unidas».

Arzú, que este lunes asumió por segundo año consecutivo como presidente del Parlamento, agregó que los años de «la injerencia extranjera abusiva han comenzado a terminar», al referirse al pulso que mantiene el Gobierno y diversas instituciones del Estado para poner fin adelantado a la Cicig, un ente de la ONU creado en 2006 por un acuerdo entre el multilateral y el Gobierno de Guatemala.

El Ejecutivo del presidente guatemalteco, Jimmy Morales, anunció el pasado 7 de enero su decisión de poner fin de manera anticipada e inmediata al mandato de la Comisión, que finalizaba en septiembre próximo, alegando que se ha extralimitado en sus funciones.

Esa decisión fue suspendida provisionalmente por la Corte de Constitucionalidad, el máximo tribunal del país, que ha sido clave en el apoyo al ente de la ONU desde que comenzó el pulso con el Ejecutivo, hace casi dos años.

En su discurso, Arzú Escobar pidió que en Guatemala «nunca más haya un experimento impuesto en la patria» y subrayó que los guatemaltecos «nunca más permitan que otros decidan» por ellos.

El político enfatizó que la injerencia «va quedando en la memoria de los guatemaltecos como otro momento fallido».

Señaló que en las últimas semanas los guatemaltecos «han vivido jornadas de tensión y desconcierto», porque la lucha contra la impunidad y la corrupción tuvo «una total pérdida de rumbo».

Pero la imposición extranjera «es historia», reiteró, y añadió que si en Guatemala se quiere establecer un auténtico juego democrático, «comencemos por hacer valer nuestra soberanía e impedir que agentes extranjeros impidan la libertad».

«Debemos tomar las riendas de nuestra justicia y erradicar la corrupción política a la que ha sido sometida», sostuvo.

Afirmó que las instituciones que tiene el país centroamericano «son expresión de nuestra historia» y que nadie puede decir que Guatemala es un país que no cumple con las responsabilidades internacionales.

Uno de los mejores ejemplos, dijo, fue la consulta popular celebrada el año pasado para solucionar por la vía pacífica el diferendo territorial con Belice.

Arzú hizo un llamado a los guatemaltecos para participar en las elecciones generales de este año y pidió al Tribunal Supremo Electoral garantizar un proceso libre y transparente.

«Los magistrados tienen ese gran reto que le ha dado confianza al elector guatemalteco con resultados incuestionables», subrayó.

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