Los sindicalistas, dirigentes de frentes estudiantiles y grupos de la llamada resistencia zelayista impidieron el acceso a las personas que llegaban a las instalaciones de la UNAH a practicarse la prueba del hemograma en forma gratuita, informaron las autoridades.
Según autoridades, a ello se suma, que la activista humanitaria, Bertha Oliva, ante el zafarrancho que se armó el martes entre estudiantes, sindicalistas y la policía, se comprometió con el director de la policía José Luís Múñoz Licona, a entregar la UNAH este miércoles a las ocho de la mañana, bajo el entendido que la autoridad no iba a desalojar por la fuerza a los manifestantes.
Pero ello no ocurrió y los protagonistas del relajo dejaron mal parada a la activista humanitaria.
La rectora universitaria, Julieta Castellanos, declaró que ellos son respetuosos de la ley y que los actos fuera de ese principio cometidos por los dirigentes sindicales deben ser dilucidados en los tribunales, al amparo de la ley y el orden, y no “por la fuerza y los insultos”.
Castellanos dijo que había solicitado a la asesora presidencial de derechos humanos del poder ejecutivo, Ana Pineda, que efectuara una evaluación del estado y situación de los huelguistas de hambre y que ésta se comprometió a enviar un equipo a más tardar este miércoles para brindar un reporte. Los ex empleados en huelga de hambre no aceptan el ingreso de grupos humanitarios que no les sean afines.
En el caso de la Salud los aportes de la UNAH al combate de la epidemia del dengue se han centrado no solo en la realización gratuita de hemogramas, también en campañas de higiene, limpieza, apoyo a los centros de salud e investigaciones científicas que han permitido ayudar a entender la mutación del vector transmisor de la enfermedad que reporta ya más de 33,628 casos de dengue clásico; 1,025 del dengue hemorrágico y al menos 33 muertes.