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Por primera vez en una década, EE.UU. registra un mes sin muertos en guerras

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Washington.- Marzo fue el primer mes en más de una década en el que las Fuerzas Armadas estadounidenses no registraron bajas en el campo de batalla, según datos del Departamento de Defensa.
 

Por vez primera la llegada de féretros de soldados caídos en las guerras en el exterior se ha detenido, en gran parte debido a que los estadounidense han cedido el rol de combate en Afganistán a las fuerzas locales con vistas a poner fin a la misión en el país en diciembre.

El fin de la guerra de Irak en 2011 y la salida de todas o la mayoría de tropas a finales de este año de Afganistán son las principales causas por las que las Fuerzas Armadas estadounidenses pasan por uno de los períodos más tranquilos desde los atentados del 11 de septiembre de 2001.

El último fallecido en la Operación Libertad Duradera de EE.UU. en Afganistán fue el cabo de la Infantería de Marina Caleb L. Erickson, de 20 años, muerto en una operación de combate en la provincia de Helmand el pasado 28 de febrero.

El Pentágono no registraba un mes sin muertes de guerra desde febrero de 2003, justo antes de que Estados Unidos se embarcara en la mortífera guerra de Irak.

Pese a la reducción del rol de combate en Afganistán de los estadounidenses, en marzo se produjo la muerte de un soldado de la misión multinacional de la OTAN en Afganistán (ISAF) en combate y los ataques de grupos talibanes se han incrementado con la mejora del tiempo en el país y la llegada de las elecciones de este fin de semana.

Estados Unidos aporta el mayor contingente de soldados a la misión de la ISAF, 33.000 frente a los alrededor de 100.000 que hubo cuando se alcanzó el máximo de 2011.

Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos se embarcó primero en la guerra de Afganistán, donde consiguió desplazar a los talibanes del poder y capturar a operativos de Al Qaeda, pero no a sus dos principales líderes: Osama bin Laden y Ayman al Zawahiri.

Con la pretensión, que se demostró posteriormente carente de sustento, de que el régimen iraquí escondía armas de destrucción masiva y colaboraba con Al Qaeda, la Administración del presidente George W. Bush ordenó la invasión de Irak en marzo de 2003.

Hasta la fecha, más de 2.300 soldados estadounidense han perdido la vida en Afganistán y cerca de 4.500 fallecieron en Irak, según datos de iCasualties, que recopila estadísticas del Departamento de Defensa.

En la actualidad, la Administración de Barack Obama está dando más protagonismo a los ataques teledirigidos de «drones» aéreos y a misiones de fuerzas especiales, que fueron las responsables de capturar y dar muerte en mayo de 2011 a Bin Laden en Afganistán.
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