Ginebra – La adopción de nuevas políticas de «tolerancia cero» a la migración en Estados Unidos provocó que en los últimos meses 6.496 niños guatemaltecos fueran separados de sus padres, informó hoy en Ginebra el viceministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, Pablo García Saenz.
El vicecanciller, que intervino ante el Comité de Protección de Derechos de Trabajadores Migrantes de las Naciones Unidas, explicó que merced a la actuación de los consulados de Guatemala en EEUU un 90 por ciento de estos menores se reunieron con familiares suyos en el país norteamericano.
Un cinco por ciento regresaron a Guatemala, también con el propósito de regresar con sus familias, y queda por resolver el caso del 5 por ciento restante (unos 325 menores), a la espera de determinar si se quedarán con parientes en EEUU o volverán a su país.
García Saenz subrayó que entre los casos estudiados también hay niños que llegaron a Estados Unidos sin ningún familiar, que las autoridades norteamericanas trataron según los mismos protocolos que aquellos que entraron en el país con parientes.
El comité de Naciones Unidas, que actualmente revisa el cumplimiento por parte de Guatemala de la Convención para la Protección de Trabajadores Migrantes, emitirá los resultados de esta revisión el próximo 12 de abril.
En la comparecencia de autoridades guatemaltecas, celebrada ayer martes y hoy miércoles, el presidente de la Comisión Presidencial para la Coordinación de Políticas de Derechos Humanos, Jorge Luis Borrayo, documentó que en 2018 18.118 trabajadores guatemaltecos, en su mayoría hombres, fueron reclutados para trabajar en Canadá y EEUU.
También explicó las campañas que Guatemala lleva a cabo para frenar la migración ilegal, que incluyen esfuerzos para reducir la delincuencia y violencia, uno de los motivos que han llevado a ciudadanos de éste y otros países de Centroamérica a integrar las llamadas Caravanas de Migrantes con destino a EEUU.
Uno de los relatores del comité para Guatemala, Álvaro Botero, urgió al Gobierno del país centroamericano a continuar sus esfuerzos por intentar atajar las causas de la migración, proveer con asistencia a aquellos que cruzan el país con este motivo, y asistir a los más vulnerables del colectivo, como mujeres y niños.