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Poder y control divide a liberales y al FNRP; Zelaya llama a la “unidad”

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Tegucigalpa – La división a lo interno del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), se selló este fin de semana cuando en una asamblea provisional, en Tocoa, Colón, los liberales zelayistas en resistencia se retiran de la conducción del frente por sentirse excluidos y por “posiciones dogmáticas ideológicas” que llevó al ex presidente, Manuel Zelaya, a girar de emergencia una carta llamando a la “unidad” y no a la división, tras recalcar que no existe el “pensamiento único”.
 

Rassel Tomé, asesor jurídico de Zelaya, dijo que por haber sido “echados con insultos y agresiones” la dirigencia de la coordinadora liberal en resistencia, optó por retirarse de los espacios de conducción del FNRP y el próximo martes una amplia delegación de liberales viajará a República Dominicana a expresar a Zelaya lo que sucedió en este encuentro el fin de semana.

“En este momento no vemos condiciones para la integración de una coordinación representativa del Frente, por eso nos retiramos de manera temporal de esa instancia, mientras encontramos nuevos caminos y plataformas de integración real de todos los sectores en el Frente”, dijo Carlos Eduardo Reina, al comunicar la decisión a la asamblea.

Acreditaciones abren pugna

La pugna que selló la división fue por la escogencia de delegados a la asamblea provisional del FNRP, de cara a buscar los personajes que conformarán los “diputados constituyentes” para el gran encuentro que piensan sostener en diciembre. Los liberales zelayistas exigían una ampliación de la asamblea de 65 a 95 delegados a nivel nacional para validar decenas de acreditaciones emitidas a mano por Carlos Eduardo Reina.

“Los liberales querían asaltar la conducción del frente, y creo que se fueron las cosas de la mano y la decisión de ellos fue precipitada, han querido etiquetar el problema para decir que por cosas ideológicas, pero aquí hay de todo”, dijo Carlos H. Reyes, uno de los coordinadores de la llamada resistencia zelayista, ahora resquebrajada.

“Muchos de ellos no andaban organizando el Frente Nacional de Resistencia Popular, sino que la resistencia liberal, ese era su objetivo y por andar en esas cosas, descuidaron el trabajo que debía hacerse en el departamento y muchos de ellos no han colaborado con la recolección de firmas de la constituyente, yo espero que esto se resuelva pronto”, dijo.

“Yo creo que el fondo del asunto es: vamos a ir a la Constituyente o vamos a ir a rescatar el Partido Liberal, ahí circuló una hoja incluso en la asamblea donde se habla de refundar al partido Liberal y eso no es así. Este ensayo que hemos tenido hoy no ha sido nada fácil, pero era necesario para echar a andar la democracia”, reiteró Reyes.

Durante la asamblea provisional, los zelayistas en resistencia del movimiento popular abuchearon la presencia del ex alcalde de Tocoa, Adán Fúnez, quien era llevado como delegado de los liberales zelayistas. La gente no aguantó la presencia de Fúnez debido a que en noviembre del año anterior éste pidió perdón públicamente por haber encabezado acciones de protesta en Tocoa a favor de la resistencia.

Inicia el divorcio «político»

Los liberales zelayistas también querían que se ampliara el directorio del Frente de siete a trece personas. Las luchas de poder y control en el frente que se han venido agudizando desde sus seudo debates en las redes sociales, terminó con el divorcio entre las fuerzas políticas liberales y el movimiento social, ambos zelayistas, pero con intereses ajenos a la refundación de Honduras o la constituyente que pregonan.

Carlos Eduardo Reina, Rassel Tomé, Orfilia Mejía, Rodil Rivera Rodil, eran entre otros los representantes liberales del zelayismo, cuya figura, Manuel Zelaya, fue nominado como el coordinador máxima del FNPR, pero ahora sin sus activistas políticos que piensan ir al rescate del otrora fuerte Partido Liberal.

Según Carlos Eduardo Reina, el depuesto Zelaya está enterado de lo sucedido el fin de semana, “nos ha instruido como líder máximo de la coordinadora liberal, que las cosas no se han organizado bien, que las luchas por el poder han hecho que se pierda la comunicación y la confianza, que se han cometido errores no por nosotros, sino contra nosotros y que apoya la decisión de la coordinadora de retirarse de la coordinación, pero no del Frente, de la constituyente y de los esfuerzos de retorno”.

Mientras, Rassel Tomé definió la partida del Frente como una “ruptura” que provoca de inmediato el reagrupamiento del Partido Liberal y su retorno a la dinámica municipal y departamental. “Seguiremos en el frente, pero no en sus espacios de coordinación porque no nos sentimos incluidos ni representados ahí”, acotó Tomé.

Sostuvo que la ruptura es “por el dogmatismo ideológico de algunos que están destruyendo la conducción del Frente, porque no entienden que esto no es un club para profesar la misma ideología, el Frente es el pueblo y deben estar representadas aquí todas las ideologías”.

Juan Barahona, uno de los más felices por la decisión de los liberales zelayistas, dijo que lamentaba la determinación que tomaron, “la respetamos y esperamos que nos encontremos en el camino hacia la Asamblea Nacional Constituyente”.

«Mel» pide al FNRP no imponer dogmas

El descalabro provocado que evidenció la poca cohesión interna en la llamada resistencia zelayista, obligó a Manuel Zelaya a enviar una carta de emergencia en un intento por evitar un desplome en marcha, y en ella dice que el problema “es de fondo, no es un problema local”.

“Hoy salió con su maldad el golpista y Pepe Lobo al intentar dividir al frente de resistencia. Las bases de la resistencia nacieron cuando logré unir obreros, campesinos, pobladores, etnias, maestros con los líderes de base del Partido Liberal para la encuesta popular”, les recuerda Zelaya a los miembros del Frente, al indicar que “esa unidad no hay que destruirle, hay que fortalecerle”.


Zelaya cuestiona al Frente que quieran imponer el “pensamiento único, que son la antesala de las dictaduras y de los imperios. La solución pasa por lograr altura en el debate y tolerancia frente a la diversidad de tendencias que hay del pueblo en resistencia”.

Tras recalcar en la unidad para hacer oposición al presidente Porfirio Lobo y a Estados Unidos, Manuel Zelaya deja claro a la resistencia cuál debe ser su papel al empezar a demostrar que “podemos organizar la resistencia y que el frente como hasta ahora lo ha hecho, sea su genuina expresión, no un partido político tradicional”.

El ex gobernante no es partidario de que se “matricule” a la resistencia con dogmas, mas allá de su conformación natural, tras recordarle que la fuerza de esa expresión social radica en los liberales que la conforman, cuya dirigencia se “siente excluida en los departamentos y ahora a nivel nacional”.

“Si queremos organizar una constituyente donde el pueblo trasversalmente escoge de todas las tendencias ideológicas”, se debe respetar la diversidad, sostuvo en su nota Zelaya, la cual no pudo revertir que las divisiones por el poder y el control comenzaran a hacer mella en la llamada resistencia popular zelayista.
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