Pineda Alvarado advirtió que la reforma podría provocar «un forcejeo» entre los poderes del Estado y que, si se va a convocar a consultas «para todo», el Congreso Nacional quedaría relegado a un papel «secundario».
«Yo siento que los que están manejando esto, lo que yo llamo los nuevos clones de Manuel Zelaya, están pensando en sus intereses, en una Constituyente para ellos, no en la Constituyente en la que están pensando los ‘resistentes'», aseveró el político.
Dijo que «hay otros», a los que calificó de «resistontos», que «están siendo utilizados por funcionarios de gobierno para servir los intereses de ellos, no los intereses de la izquierda, de la Resistencia o de los zelayistas».
Esto «es una alianza coyuntural, todo apunta a que nos vamos encaminando a una crisis, a un forcejeo entre la Corte Suprema de Justicia, que está obligada a través de la Sala Constitucional a preservar la integridad de la Constitución, y también con la misma Fiscalía General del Estado», añadió.
Señaló que «este es un decreto muy mal redactado» porque «le limita las facultades al Congreso Nacional en el sentido de que las normas del plebiscito sólo pueden ser derogadas por otro plebiscito».
«Nos estamos enfrentando a un gran debate jurídico y político, que en nada beneficia a la estabilidad democrática del pueblo hondureño», advirtió Pineda Alvarado.
Mencionó que el plebiscito «apenas lo tienen cuatro países en América: Colombia, Chile, Cuba en el caso de la reforma constitucional, y Ecuador, pero no es algo que realmente ha funcionado».
«Uno pregunta que si todo se lo vamos a consultar a la gente para qué ocupamos el Congreso», el cual «quedaría en un papel secundario», expresó el ex parlamentario.
Sobre la posible pretensión de Zelaya de reelegirse si vuelve a Honduras, Pineda Alvarado manifestó que «lo veo muy remoto, aunque dentro de las posibilidades todo puede suceder».
Finalmente, advirtió que no se tomó en cuenta que la reforma constitucional podría provocar desestabilización política en el país.
