«Si se confirma que las piezas pueden ser componentes de una pistola, sería la primera vez que se encuentra un arma hecha con una impresora en el Reino Unido», señaló un portavoz policial, que indicó que hay un detenido.
El gatillo y el tambor de balas fueron incautados en una redada policial en Baguley, al sur de Manchester.
Las impresoras tridimensionales son capaces de fabricar objetos sólidos mediante la inyección de miles de finas capas de plástico transversales, del mismo modo que las tradicionales crean imágenes a partir de pequeñas aplicaciones de tinta.
Las piezas incautadas representan «la próxima generación de las armas de fuego», señaló un portavoz, ya que se pueden fabricar desde casa y, al estar hechas con un material plástico o biodegradable derivado del maíz, no se detectan en los escáneres de rayos X.
Según la policía, la redada en la que se descubrieron las piezas formaba parte de la llamada operación Challenger, el mayor dispositivo que se ha activado nunca para combatir la delincuencia organizada en Manchester.
«Si lo que hemos encontrado son componentes para construir un arma de fuego real, se demostrará que los grupos del crimen organizado están adquiriendo la tecnología que se puede comprar en la calle para producir la próxima generación de armas», afirmaron.
Un hombre ha sido detenido como sospechoso de hacer la pólvora que podría utilizarse en esta arma y permanece bajo custodia para ser interrogado, según informaron.
La policía de Manchester mostró su preocupación porque cualquiera pueda comprar una impresora 3D en la calle por 1.200 libras (1.407 euros) y utilizarla para fabricar armas.
