Los Ángeles (EE.UU.) – El capítulo de Los Ángeles de la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos (NAHJ-LA) de EE.UU. exigió hoy a las autoridades de México garantizar la seguridad de los comunicadores en ese país, tras el reciente secuestro y asesinato del reportero Gregorio Jiménez en Veracruz.
En un comunicado, la mesa directiva de ese grupo de informadores angelinos se sumó a las voces de indignación y preocupación sobre la situación que viven los periodistas mexicanos.
«El caso de Jiménez no es una excepción», señaló la NAHJ-LA.
Desde 2000, 88 periodistas han sido asesinados en México y otros 16 han desaparecido, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos de ese país.
El cadáver de Jiménez, que trabajaba para los diarios Notisur, Liberal del Sur y La Red, apareció el 11 de febrero y se convirtió en el décimo primer periodista asesinado en el estado de Veracruz (sureste) desde que el 1 de diciembre de 2010 tomó posesión como gobernador Javier Duarte, del Partido Revolucionario Institucional (PRI, en el poder federal).
El comunicador había desaparecido el 5 de febrero tras ser secuestrado a las puertas de su domicilio.
«En más del 40 % de los casos, se identifica al Estado -ya sea desde el Gobierno federal, estatal o municipal- como el agresor», constató NAHJ-LA.
La organización hizo un llamamiento al presidente de EE.UU., Barack Obama, para que «manifieste su preocupación» por ese asunto a su homólogo mexicano, Enrique Peña Nieto, en la Cumbre de Líderes de América del Norte que se celebrará este miércoles en Toluca (centro de México).
La asociación de periodistas hispanos en Los Ángeles exigió así mismo a las autoridades mexicanas e internacionales que se haga Justicia, se resuelvan los crímenes contra informadores y se castigue a los responsables.
NAHJ-LA reclamó tanto a Peña Nieto como a los líderes estatales y municipales en México «una condena clara ante las agresiones» de periodistas y garantías de «protección inmediata».
La Unesco expresó este martes su condena por la muerte de Jiménez y días antes lo habían hecho la Unión Europea, Reporteros Sin Fronteras (RSF) y la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
«El caso de Jiménez no es una excepción», señaló la NAHJ-LA.
Desde 2000, 88 periodistas han sido asesinados en México y otros 16 han desaparecido, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos de ese país.
El cadáver de Jiménez, que trabajaba para los diarios Notisur, Liberal del Sur y La Red, apareció el 11 de febrero y se convirtió en el décimo primer periodista asesinado en el estado de Veracruz (sureste) desde que el 1 de diciembre de 2010 tomó posesión como gobernador Javier Duarte, del Partido Revolucionario Institucional (PRI, en el poder federal).
El comunicador había desaparecido el 5 de febrero tras ser secuestrado a las puertas de su domicilio.
«En más del 40 % de los casos, se identifica al Estado -ya sea desde el Gobierno federal, estatal o municipal- como el agresor», constató NAHJ-LA.
La organización hizo un llamamiento al presidente de EE.UU., Barack Obama, para que «manifieste su preocupación» por ese asunto a su homólogo mexicano, Enrique Peña Nieto, en la Cumbre de Líderes de América del Norte que se celebrará este miércoles en Toluca (centro de México).
La asociación de periodistas hispanos en Los Ángeles exigió así mismo a las autoridades mexicanas e internacionales que se haga Justicia, se resuelvan los crímenes contra informadores y se castigue a los responsables.
NAHJ-LA reclamó tanto a Peña Nieto como a los líderes estatales y municipales en México «una condena clara ante las agresiones» de periodistas y garantías de «protección inmediata».
La Unesco expresó este martes su condena por la muerte de Jiménez y días antes lo habían hecho la Unión Europea, Reporteros Sin Fronteras (RSF) y la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
