Tegucigalpa – El presidente electo de Honduras, Porfirio Lobo, dijo hoy que dará protección al gobernante depuesto, Manuel Zelaya, y al interino, Roberto Micheletti, quien ha dicho que teme que el mandatario de Venezuela, Hugo Chávez, lo mande matar.
«Vamos a cuidarlos a todos; además, es un derecho que tienen, tanto el presidente Zelaya como el presidente Micheletti, tienen derecho; es algo que está allí en la ley, que el Estado tiene que darles protección», expresó Lobo a la radio HRN.
«Les vamos a dar protección», enfatizó el mandatario electo, del opositor Partido Nacional, quien asumirá la presidencia el próximo día 27 tras haber ganado las elecciones del 29 de noviembre pasado.
Micheletti expresó ayer que teme que Chávez pague a un sicario en el extranjero para que lo mate, preocupación que, apuntó, también tienen su familia y funcionarios de su Gobierno, y dijo saber que un venezolano ha ofrecido un millón de dólares por asesinarlo.
Agregó que no teme tanto «a los vagos de aquí que andan en estas posiciones, sino a un sicario que pudiera, lógicamente con mucha facilidad, pagar en el exterior Hugo Chávez o cualquiera de los enemigos de la democracia».
Sobre el destino de Zelaya, quien permanece desde el 21 de septiembre en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, Lobo señaló que «el tema depende de él más que todo».
Manifestó que hoy conversó sobre el asunto de Zelaya con «uno de sus cercanos colaboradores», a quien le dijo que «si él se va o se queda es su decisión; él es que tiene que tomar la decisión (respecto a) qué es lo que más le conviene».
Zelaya ha dicho en varias ocasiones que se mantendrá en la sede diplomática al menos hasta el 27 de enero y que no piensa pedir asilo político a Brasil u otro país.
El Gobierno de facto denegó hace un mes un salvoconducto a Zelaya, solicitado por México, y ha advertido de que sólo se lo otorgará si el derrocado presidente se va con «asilo político territorial» fuera de Centroamérica.
Zelaya fue derrocado el 28 de junio pasado, cuando el Congreso Nacional designó a Micheletti como gobernante para cumplir el mandato de aquel hasta el 27 de enero.
Lobo reiteró, además, la necesidad de que el Estado hondureño otorgue amnistía política a los involucrados en la crisis causada por el golpe de Estado y que está pendiente de discusión, posiblemente la próxima semana, en el Congreso Nacional.
Asimismo, insistió en que se cumpla totalmente el Acuerdo Tegucigalpa-San José, firmado el 30 de octubre por delegaciones de Mocheletti y Zelaya, para que su Gobierno pueda normalizar las relaciones con la comunidad internacional.
«Les vamos a dar protección», enfatizó el mandatario electo, del opositor Partido Nacional, quien asumirá la presidencia el próximo día 27 tras haber ganado las elecciones del 29 de noviembre pasado.
Micheletti expresó ayer que teme que Chávez pague a un sicario en el extranjero para que lo mate, preocupación que, apuntó, también tienen su familia y funcionarios de su Gobierno, y dijo saber que un venezolano ha ofrecido un millón de dólares por asesinarlo.
Agregó que no teme tanto «a los vagos de aquí que andan en estas posiciones, sino a un sicario que pudiera, lógicamente con mucha facilidad, pagar en el exterior Hugo Chávez o cualquiera de los enemigos de la democracia».
Sobre el destino de Zelaya, quien permanece desde el 21 de septiembre en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, Lobo señaló que «el tema depende de él más que todo».
Manifestó que hoy conversó sobre el asunto de Zelaya con «uno de sus cercanos colaboradores», a quien le dijo que «si él se va o se queda es su decisión; él es que tiene que tomar la decisión (respecto a) qué es lo que más le conviene».
Zelaya ha dicho en varias ocasiones que se mantendrá en la sede diplomática al menos hasta el 27 de enero y que no piensa pedir asilo político a Brasil u otro país.
El Gobierno de facto denegó hace un mes un salvoconducto a Zelaya, solicitado por México, y ha advertido de que sólo se lo otorgará si el derrocado presidente se va con «asilo político territorial» fuera de Centroamérica.
Zelaya fue derrocado el 28 de junio pasado, cuando el Congreso Nacional designó a Micheletti como gobernante para cumplir el mandato de aquel hasta el 27 de enero.
Lobo reiteró, además, la necesidad de que el Estado hondureño otorgue amnistía política a los involucrados en la crisis causada por el golpe de Estado y que está pendiente de discusión, posiblemente la próxima semana, en el Congreso Nacional.
Asimismo, insistió en que se cumpla totalmente el Acuerdo Tegucigalpa-San José, firmado el 30 de octubre por delegaciones de Mocheletti y Zelaya, para que su Gobierno pueda normalizar las relaciones con la comunidad internacional.
