Por Alberto García Marrder
Especial para Proceso Digital, La Tribuna y El País de Honduras
A unos pocos días de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, el propietario del “The Washington Post”, el billonario Jeff Bezos, bloqueó un apoyo del diario a la candidata demócrata, Kamala Harris.
Se especula que Bezos (fundador de la cadena de venta “Amazon”) lo hizo para no enfurecer al candidato republicano Donald Trump , en caso que este ganara las elecciones y volviera a la Casa Blanca, cosa que él niega. Muchos negocios de Bezos, especialmente el espacial, son con el gobierno.
(Bezos anda por el Mediterráneo en su lujoso yate con su prometida, la presentadora de televisión Lauren Sánchez y desde allí ha justificado su decisión en la independencia que debe mantener la prensa y que esos apoyos no influyen en los votantes, de todas maneras).
Pues esa decisión ha desencadenado una ola de protestas de los periodistas del venerable diario, la renuncia de cinco editores y la cancelación de casi 250,000 suscriptores de la versión digital, un 15 por ciento del total
Trump y Harris están casi en empate técnico y le habría venido muy bien ese apoyo periodístico. Trump perdería posiblemente el voto de las importantes minorías de latinos (después de los insultos a mexicanos y puertorriqueños), la de raza negra y la asiática.
(En California, ha sucedido algo parecido. El dueño del “Los Angeles Times”, Patrick Sooh Shyong, ha bloqueado el anuncio del apoyo a Harris , adoptado por el consejo editorial. Y en protesta, renunció la editora Mariel Garza.).
Ante el caos en que está ahora el “The Washington Post”, muchos diarios rivales, como el “New York Times” observan en silencio. La competencia es muy reñida en este sector de la prensa estadounidense.
Y en una ironía, un segundo gobierno de Trump ocasionaría que “The Washington Post” doblaría su circulación, como se demostró en la primera. Las extravagancias y los insultos de Trump, lamentablemente, venden mucho.