Tegucigalpa – ¿Papá o mamá?, es ahora la difícil decisión que pesa sobre los menores hondureños que son separados de sus padres al ingresar de forma irregular en Estados Unidos.
– Miles de hondureños ya han sido retornados a México a esperar que sus casos de solicitud de asilo sean analizados por tribunales de EEUU.
– La familia huyó de Honduras después de que Tania (madre de Sofía) presenciara la muerte de su madre. A su cuñada, que también fue testigo, la ‘Mara Salvatrucha’ (MS-13) la secuestró, torturó y asesinó.
Al menos así lo fue para la pequeña Sofía de apenas tres años de edad, a quien un agente de la Patrulla Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) en El Paso, Texas, le obligó a decidir con quien se quería quedar tras separar al núcleo familiar.
De acuerdo a una entrevista concedida por la familia hondureña a National Public Radio (NPR) al agente no le bastó con la difícil decisión que hizo tomar a la pequeña y tras iniciar a llorar por la separación de sus padres replicó: “Dijiste que querías ir con mamá”.
Tania y su esposo Joseph explicaron a NPR que pasaron casi dos días de la semana pasada tratando de evitar que CBP separara a su familia. Fueron ayudados por un médico que examinó a Sofía y les rogó a los agentes que no los separaran, pero no lo escucharon.
A pesar de tener solo tres años, la pequeña Sofía fue operada del corazón, por lo que el doctor le pidió al Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), que se mantuvieran juntos los padres, la pequeña y sus dos hermanos, de 6 y 9 años.
De acuerdo al relato de los padres «el agente le preguntó con quién quería ir, mamá o papá», y la pequeña por su apego a su madre decidió a su mamá.
Esta familia es parte del programa de administración del presidente estadounidense Donald Trump llamado Protocolos de Protección al Migrante (MPP por sus siglas en inglés), también conocido como «permanecer en México», que requiere que miles de migrantes centroamericanos esperen en ciudades de México mientras sus casos de inmigración son manejados por tribunales de los Estados Unidos.
Cabe señalar, que las pautas del DHS dictan que las personas con «problemas conocidos de salud física / mental» están exentas del MPP, pero la Patrulla Fronteriza envió a Sofi y su familia dos veces a Juárez, la primera vez en abril, y luego otra vez en junio después que el obispo católico de El Paso, Mark Seitz llevó a la familia a un puerto de entrada e imploró que se les permita permanecer en los Estados Unidos debido a la enfermedad de la menor.
No obstante, en esta ocasión la separación solo fue de celda y duró apenas una noche, ya que al día siguiente el agente de turno escuchó al médico quien recomendó no separar a la familia y la misma fue liberada el viernes del refugio para migrantes en El Paso y el sábado viajaron a otra ciudad a reunirse con familiares.
Sin embargo, el caso ha tomado popularidad ya que representa la difícil decisión que obligan a tomar a los menores al ser separados de sus padres.
Cabe señalar que, hasta el mes de mayo Honduras estaba pendiente de la reunificación familiar de 114 menores de edad separados en la frontera sur de Estados Unidos, donde en principio se aplicó el Plan Tolerancia Cero y luego fueron enviados cientos de soldados que no permiten que los migrantes puedan iniciar su proceso de solicitud de asilo en territorio estadounidense.
La pregunta a la que fue sometida la menor ha causado indignación entre activistas y profesionales del derecho que cuestionan la actitud del agente que la obligó a decidir entre sus padres.