Así lo dispone una nueva ordenanza de la Legislatura de la ciudad de Villa María, en la provincia de Córdoba (unos kilómetros al norte de Buenos Aires), que también alcanza a los organizadores de eventos y dueños de locales, a los que se les puede llegar a clausurar la discoteca.
El legislador peronista Rafael Sachetto explicó a periodistas que cuando los inspectores municipales detecten un menor consumiendo alcohol, se le retirará la bebida, se labrará un acta y un juez determinará luego si la responsabilidad es de la discoteca, de los padres o de ambos.
La ordenanza, aprobada por unanimidad, prohíbe además el ingreso a locales bailables y bares de menores de 18 años en vísperas de clases con el fin de evitar el ausentismo escolar.