Tegucigalpa – Ya son cuatro los hospitales móviles que están en Honduras, pero ninguno funciona aún. Se adquirieron con premura para contener la amenaza de una pandemia que en ese momento apenas asomaba en el país.
Poco más de tres meses después las respuestas divagan, las justificaciones son muchas y la realidad muestra tantos contagios a nivel nacional y tantas muertes, según las cifras oficiales, pero los subregistros que provienen diariamente del propio sistema hospitalario son por muchos superiores.
Este domingo llegó a Puerto Cortés, la embarcación que trae otros dos hospitales móviles, de los siete adquiridos por Inversión Estratégica de Honduras (Invest-H). a inicios de la pandemia entre finales de marzo y principios de abril a un costo mayor a los 47 millones de dólares, pagados por adelantado.
La llegada del barco M/B EMMA ETA 11/0800 procedente de Turquía, se da justamente cuando se cumplen 93 días del arribo del buque Ijsselborg con bandera neerlandesa que trajo desde ese mismo país los dos primeros sanatorios, el 10 de julio, mismos que salieron de la Portuaria el 30 de ese mes.
Los hospitales móviles fueron adquiridos para hacer frente a la pandemia del COVID-19 y se compraron bajo el marco de un decreto de emergencia, medida en que se basó Invest-H para comprarlos directamente, sin licitación, pero que hasta la fecha ninguno ha operado.
Esos dos primeros hospitales aún no funcionan y su arribo se produjo en medio de una serie de irregularidades: los técnicos turcos que debían haber llegado a Honduras para instalarlos y entregarlos llave en mano nunca aparecieron. El Ministerio Público presente en las bodegas de la Portuaria encontró y denunció equipo dañado y usado, además quedaron evidenciadas las irregularidades en una facturación inconsistente y plagada de incongruencias.
Con la llegada de esos dos primeros hospitales no venía la documentación original de la compra, la misma llegó cinco días pues, fue entonces en que autoridades portuarias junto a fiscales del Ministerio Público, comenzaron con la inspección de los 78 contenedores en Puerto Cortés.
Otros dos
Por eso el arribo de la segunda ronda a las 9:00 de la mañana a Puerto Cortés, departamento Cortés, genera tanta incertidumbre. Se estimó que el atraque duraría poco más de una hora y que el proceso de descarga unas 10 horas y el acceso fue restringido, como parte de los protocolos de bioseguridad, informó en un comunicado la Empresa Nacional Portuaria (ENP).
La embarcación con 66 contenedores, salió de Turquía, el 5 de septiembre, informó la Junta Interventora de Invest-H; además de asegurar que tienen prevista, la llegada de los otros tres hospitales restantes para completar los siete que se adquirieron.
En las instalaciones de la Operadora Portuaria Centroamericana, hay presencia de representantes de Invest-H, fiscales del Ministerio Público, Agencia Técnica de Investigación Criminal, Administración Aduanera de Honduras, quienes darán acompañamiento al proceso de revisión y verificación del contenido del embarque.
Las acciones de revisión iniciarán el próximo martes 13 de octubre en horarios de 8:00 AM a 7:00 PM de lunes a viernes y los días sábados de 8:00 AM a 5:00 PM por lo que las revisiones durarán ocho días hábiles, estima Invest-H.
Las dos estructuras hospitalarias, serán instaladas en Santa Rosa de Copán y Choluteca, occidente y sur del país, respectivamente; para atender pacientes con sintomatología de COVID-19, comunicó en su momento la Junta Interventora de Invest-H, nombrada luego de la renuncia de sus directores Marco Bográn y Evelyn Bautista.
El ojo de los expertos
A juicio del médico intensivista Hugo Fiallos, los hospiotales móviles llegan fuera de tiempo, además preocupa al gremio médico la posibilidad que esas estructuras no cumplan con los requerimientos para tratar pacientes afectados con COVID.
Horas antes de ser capturado por la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC), Bográn manifestó a la prensa que sentía que se había apresurado en renunciar a la dirección de Invest-H porque creía que de no haberlo hecho, los dos hospitales móviles situados en Tegucigalpa y San Pedro Sula, ya estarían funcionando.
En torno a esta compra a la que se refiere Bográn, giran muchos cuestionamientos de sectores políticos, sociales y ciudadanos; incluso es objeto de líneas de investigación de parte del Ministerio Público, por presunta corrupción en el proceso de adquisición de esta y otras compras relacionadas a la emergencia nacional ocasionada por el COVID-19.
Fue la propia Junta Interventora que reveló que el hospital de San Pedro Sula tenía hasta filtraciones de agua, esta entre otras fallas y justamente la semana anterior salió a la luz un informe que identifica al menos 57 inconsistencias, pese a ello, autoridades de Invest-H aseguran que ese hospital entrará en funcionamiento en los próximos días en SPS.
Recobrar el dinero
Consecuentemente el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), mostró su descontento por la compra, -cuestionada desde todos los sectores de la sociedad por presunta sobrevaloración-, recomendó anular dichos procesos y recuperar el dinero.
Actualmente Marco Bográn y Álex Moraes exadministrador de Invest-H, son acusados por la Fiscalía, por el delito de malversación de caudales públicos por pagar más de 100 mil lempiras, en el alojamiento de cuatro empleados que debían hacer cuarentena tras realizar una gira de trabajo.
Recientemente un juez le dictó auto de formal procesamiento con medidas sustitutivas a la prisión por el delito de malversación de caudales públicos; también le dictó medidas sustitutivas por violación a los deberes de los funcionarios al otorgar un contrato de supervisión de una obra por 1,2 millones de lempiras a su tío Napoleón Bográn.
En este contexto otros dos hospitales están en el país, ya son cuatro total, ninguno está en funcionamiento y la pandemia amenaza con recrudecerse tras un palpable relajamiento de la población que poco acata las medidas de bioseguridad para protegerse del contagio. (JP)
