Ortega «se comunicó con el presidente de Honduras, Porfirio Lobo, para trasladarle el profundo sentimiento de solidaridad, de cariño del pueblo y Gobierno nicaragüense para las familias de los reclusos que perecieron en esa terrible tragedia de la cárcel de Comayagua», declaró a medios oficiales la primera dama y coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía del Gobierno sandinista, Rosario Murillo.
Según Murillo, en su mensaje Ortega «fue claro y enfático al ofrecer sus condolencias y su respaldo solidario en cualquier forma de apoyo que se pueda brindar» a Honduras.
«Lamentamos esta terrible tragedia y vayan nuestras muestras de verdad, de profundo pesar para las familias, que son casi 400, que viven estos momentos de angustia y de dolor y para todo el pueblo hondureño», continuó.
La cifra de muertos en el siniestro sería de unos 357, señaló el portavoz del Ministerio Público, Melvin Duarte, aunque el titular de Seguridad dijo a periodistas que los confirmados ascienden a 272.
Según informes preliminares de la Secretaría de Seguridad de Honduras, el incendio en el centro penal habría sido causado por un cortocircuito.
