Las protestas fueron por las acusaciones contra Ortega de supuestamente haber abusado sexualmente contra su hijastra Zoilamérica Narvaez de acuerdo a denuncias hechas en 1998 y que la justicia nicaragüense no investigó por haber prescrito.
La esposa de Ortega y portavoz del gobierno de Managua, Rosario Murillo, afirmó que la verdadera razón por la que el mandatario no viajó a Asunción fue por la fuga de combustible en el ala de un avión rentado por las autoridades nicaragüenses.
Ortega dijo que ha dado instrucciones al embajador de Nicaragua en Perú, Tomás Borge, para que haga una visita a Paraguay, y que después él hará otra visita a esa nación sudamericana en fecha que no precisó.
«En Paraguay también tenemos muchos amigos y hermanos y tengo que ir a ese país, claro que sí», agregó Ortega.
El presidente apuntó que también viajará a Honduras el próximo 25 de agosto para asistir a la ceremonia de adhesión de Honduras a la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA).
«En Honduras tenemos mucha solidaridad y amigos y también adversarios, eso es normal», expresó el líder sandinista.
En Honduras las protestas contra la visita de Ortega las encabezó la presidenta del Movimiento de Mujeres por la Paz «Visitación Padilla», Gladys Lanza.
Ortega habló durante el 29 aniversario de la constitución del cuerpo médico de un hospital militar de Managua.
Como de costumbre, Ortega no dejó de aludir al presidente de Colombia, Alvaro Uribe, de quien dijo que «sólo cree en la doctrina del odio y de la confrontación», por haber manifestado en Atlanta (EEUU) que si el gobierno de Managua condicionaba a los que daba protección a que renunciaran a sus principios, él estaba de acuerdo con esa acogida.
Ortega rechazó esa posición de Uribe porque «se da de comer, beber, vestir y posada a las personas sin saber a quien, aunque hayan hablado barbaridades de nosotros».
El mandatario se refería a que ha dado asilo a tres colombianas y residencia a una mexicana, supuestamente vinculadas a la guerrilla de Colombia.