Dos centenares de miembros de la Coordinadora Nacional de Resistencia Popular (CNRP) realizaron una marcha pacífica en sectores céntricos de Tegucigalpa, que no se centró en la efeméride, sino en críticas al gobierno por no evitar el alza inflacionaria.
Una parte del recorrido incluyó los mercados populares de la capital hondureña.
«Hemos manifestado nuestro repudio y rechazo a los altos precios que se han dado en la canasta básica y en los combustibles», dijo el secretario general de la Confederación Unitaria de Trabajadores de Honduras (CUTH) y dirigente de la CNRP, Juan Barahona.
El gobierno del presidente Manuel Zelaya «no ha querido controlar los precios para favorecer al pueblo, sino que el Ministerio de Comercio únicamente se ha dedicado a avalar todos los precios que imponen los empresarios», aseveró el dirigente a la prensa.
La inflación entre enero y septiembre pasados llegó al 5,5 por ciento, casi la misma registrada en todo 2006, cuando fue del 5,6 por ciento, según datos del Banco Central de Honduras.
Los manifestantes, que proclamaron consignas izquierdistas, quemaron una bandera estadounidense y cuestionaron la «injerencia» de Estados Unidos y los organismos financieros internacionales en las políticas del Estado hondureño.
«Estos gobiernos neoliberales que elige el pueblo no deciden nada si no es a través de la consulta con la embajada de Estados Unidos o con los organismos financieros», afirmó Barahona.
La Coordinadora aglutina a organizaciones sindicales, campesinas, magisteriales, estudiantiles, indígenas y de otra índole.







