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Optimismo moderado por informe de comisión a OEA

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Tegucigalpa – Honduras espera con moderado optimismo, que el informe que una comisión especial entregará al Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre la situación política en el país, sea la pieza que le falta al ajedrez de su retorno al seno de ese organismo.
 

Pero el moderado optimismo de las autoridades hondureñas contrasta con la posición de los presidentes de Nicaragua, Daniel Ortega, y Brasil, Lula da Silva, quienes el miércoles volvieron a expresar su rechazo al Gobierno de Porfirio Lobo, quien, dijeron, debe “crear condiciones” para volver a ocupar su silla en el organismo continental.

Aunque sin citar qué condiciones, Ortega dijo en un discurso en Brasilia: «Estamos convencidos que es necesario crear condiciones en Honduras para que Honduras pueda reincorporarse a la Organización de Estados Americanos y al SICA».

«No podemos admitir que el golpe del 28 de junio del 2009 en Honduras se convierta en un incentivo para nuevas aventuras contra la democracia», dijo, por su parte, el presidente brasileño.

Las posiciones de ambos gobernantes dejan claro que se mantienen firmes en contra del reintegro de Honduras a la OEA, no importando que con esa decisión solo afecten a los más pobres de una de las naciones más pobres del continente, los mismos pobres por los que ellos dicen trabajar en sus administraciones.

El frente externo en contra de Honduras es apoyado desde Honduras por el autodenominado frente nacional de resistencia popular, que coordina Zelaya, desde su refugio en República Dominicana.

El frente de resistencia –al igual que sus aliados externos- presionan para que a Zelaya se le suspendan las acciones judiciales incoadas en su contra por los desmanes cometidos en su administración y se convoque a una asamblea nacional constituyente “que redacte una nueva constitución, que proteja los derechos de los trabajadores, trabajadoras y al pueblo en general, y desmonte la institucionalidad golpista enquistada en los tres poderes del Estado, hoy usurpados por la oligarquía para proteger sus intereses”.

Así las cosas, el contenido del informe que ha sido elaborado por un grupo de alto nivel del organismo, que se supone debían venir a Honduras para realizar parte del trabajo encomendado por la Asamblea General reunida a principios de junio en Lima, Perú, no se conoce todavía.

Pero Arturo Corrales, el ministro de Planificación de Honduras, encomendado por Lobo para representar a su Gobierno en esta nueva ronda de negociaciones, señaló que “hasta el momento la información proporcionada a la OEA dice claramente que Honduras tiene avances muy concretos, muy sustanciales, yo me atrevo a decir muy por encima de los que no quieren calificar”, dijo a la prensa, antes de viajar a Estados Unidos, donde se encuentra a la espera de conocer el informe.

Analistas locales, no comparten el optimismo de las autoridades y consideran que la novela de la reinserción de Honduras a la OEA “va para largo”, por lo que recomiendan bajar el perfil de este tema en su agenda internacional, y volver los ojos a los temas de interés local, como el alto precio en la canasta básica, los altos niveles de inseguridad, que agobian a los hondureños.

El más optimista mediáticamente hablando, el canciller Mario Canahuati, parece estar ya entrando en realismo y el miércoles admitió que no existe fecha para la votación.

Bajando presión al tema, el canciller hondureño dijo que la referida comisión entregará el informe al Consejo Permanente de la OEA y que después esa instancia lo remitirá a la asamblea extraordinaria del ente continental a fin que voten.

Pero aclaro que no hay fecha de la referida asamblea extraordinaria y con ello el regreso de Honduras como miembro pleno.

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