Omara Durand se retira en París con una nueva triple corona de velocidad

París – La cubana Omara Durand, junto a su guía Yuniol Kindelan Vargas, ganó este sábado el oro en los 200 metros lisos, clase T12 de discapacitados visuales, y completó en el Estadio de Francia antes de su retirada de las pistas, por tercera vez consecutiva, la triple corona de 100, 200 y 400 metros.

Omara Durand (Santiago de Cuba, 1991) venía a por tres oros en 100, 200 y 400 y se marcha de París con el objetivo cumplido y con la corona de reina de la velocidad paralímpica intacta.

La pareja cubana lideró la prueba desde el principio y paró el crono en 23.62, marca de la temporada, por delante de la venezolana Alejandra Pérez López, que registró 24.19. Tercera fue la india Simran, que, con 24.79, se adjudicó el bronce.

Con esta victoria en el Estadio de Francia, Omara Durand revalidó a sus 32 años, por tercera vez, su ansiado triplete, aunque para los próximos Juegos Paralímpicos cederá el testigo a otras rivales.

«Es la tercera medalla en estos Juegos Paralímpicos y la última, ya que los dos nos retiramos de las pistas. Nos vamos felices y muy satisfechos de todo lo que hemos hecho durante todos estos años. Nuestro objetivo era irnos de las pistas siendo los mejores y lo hemos cumplido en París», dijo con lágrimas en los ojos Durand, junto a su guía, en el Estadio de Francia.

Desde que empezaron su relación deportiva en 2015, ambos deportistas se han mimetizado hasta el punto de conseguir una compenetración milimétrica en carrera basada en la complicidad.

«Tenemos una relación fluida y eso es importante. Si un guía y un atleta no tienen conexión el trabajo no puede salir. Nosotros lo hemos logrado todo en conjunto y siempre nos hemos respetado», comentó.

La decisión de retirarse de las pistas es para cuidarse la salud, que está «un poco deteriorada», y también aumentar la familia y dar un hermano o hermana a su única hija, Erika. «Quiero volver a ser madre, estudiar y hacer otras cosas».

Otras veces, Omara ha tenido parones momentáneos por circunstancias de la vida, como cuando se alejó de la competición tras los Juegos Paralímpicos de Londres 2012 para dar a luz a su hija y regresó al deporte en 2015.

«Corrí en Londres estando embarazada. Por supuesto, no lo sabía y tampoco tenía ningún síntoma. Creo que mi adrenalina y la concentración en la competencia solo me llevaron a no percibir nada. Por supuesto que para nosotras las deportistas que somos madres el esfuerzo es un poco mayor. Tener un bebé y seguir llevando una vida de deportista implica mucho sacrificio. La mayor inspiración que tengo en mi vida es mi hija», confesó.

La atleta cubana, cuyo ídolo es su compatriota Ana Fidelia Quirot y el velocista jamaicano Usain Bolt, también se despide de las pistas siendo fiel siempre a su entrenadora, Miriam Ferrer Fernández, con la que trabaja desde 2005.

«Siempre he trabajado con Miriam. Con ella he pasado por todo. Hemos vivido momentos bonitos y especiales. Es como una madre para mí. Se ocupa de todo. No es solo decirte cuántas vueltas tienes que correr o qué pesas tienes que levantar. Es estar al tanto de todo, hasta del colegio de mi hija. No tengo ninguna queja de mi familia», comentó.

Con once medallas en cinco Juegos Paralímpicos, todas de oro, Omara Durand se retira siendo fiel a su lema: «Si no sueñas en el deporte, no puedes ser un atleta. Tienes que soñar en grande». EFE

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