Por Brasil se desplazaron un cónsul y un vicecónsul; por Ecuador, un cónsul y dos agregados policiales; por El Salvador, dos cónsules; y por Honduras, una cónsul.
Los diplomáticos han partido desde diversos lugares de México y por diversos medios, pero se ha informado que varios han sido trasladados en un avión fletado por el Gobierno.
Hasta ahora se desconocen las identidades ni otros pormenores de los asesinados, que, según el superviviente, hoy testigo protegido, eran inmigrantes que trataban de cruzar a EE.UU. y en el camino fueron víctimas del cártel del narcotráfico de Los Zetas.
Identificar los cuerpos «no será una tarea fácil ni inmediata, en algunos casos requerirá tomar muestras de ADN para tener una base y poder identificar a sus parientes», indicó a Efe el embajador salvadoreño en México, Hugo Carrillo.
El diplomático se declaró «muy apenado, con mucho dolor» por el suceso y afirmó que su Gobierno esperará el resultado de la investigación oficial que busca esclarecer los hechos.
Carrillo recordó que El Salvador se halla en pleno proceso de fortalecer su red consular en México, para poder ofrecer mejor asistencia a los indocumentados salvadoreños que atraviesan el país.
También, a través de reuniones de alto nivel con funcionarios mexicanos, se buscará avanzar hacia una estrategia conjunta que prevenga que los inmigrantes caigan en manos de las mafias del crimen organizado.
La matanza se conoció por el alerta dado por el ecuatoriano que huyó del lugar malherido.
Debido a las informaciones del testigo, que se encuentra hospitalizado ya que sufrió una herida de bala en la garganta, fuerzas de la Marina de México se desplegaron el martes en la comunidad de San Fernando, en Tamaulipas, donde se produjo un enfrentamiento en el que murieron un militar y tres delincuentes.
Tras estos hechos, las autoridades hallaron en un rancho cercano los cadáveres de 72 personas, 58 hombres y 14 mujeres.
Cada año se calcula que alrededor de 300.000 inmigrantes indocumentados cruzan la frontera sur de México con la intención de llegar hasta Estados Unidos, y muchos de ellos son víctimas de extorsiones, robos, violaciones y secuestro.
