Los líderes, provenientes de todo el país y parte importante del sector social que apoya la reforma, expresaron su preocupación por el impacto que el actual sistema de inmigración está teniendo en las familias de sus congregaciones, informó la Casa Blanca en un comunicado.
Obama, acompañado por el vicepresidente Joseph Biden y otros altos funcionarios, trató con los líderes religiosos su compromiso compartido «para elevar el imperativo moral de lograr una reforma migratoria» y dijo que seguirá manteniendo la presión sobre el Congreso para que pueda «aprobar con rapidez una reforma de sentido común».
El presidente estadounidense felicitó también a los representantes de las diferentes religiones «por sus incansables esfuerzos para compartir sus historias con el Congreso».
Obama insistió en que «no hay razón para que los republicanos de la Cámara (de Representantes) sigan retrasando» su postura sobre la reforma después de que se lograra un acuerdo bipartidista en el Senado, cuyo texto resultante fue aprobado por la cámara alta en junio.
Los líderes religiosos expresaron su agradecimiento al presidente por su «continuo liderazgo en el tema» y ofrecieron oraciones para que Estados Unidos, «como nación, logre esas importantes metas».Leer nota.
