Managua – La ONG Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH) informó este martes que, en los últimos tres meses, el número de personas muertas en el marco de la crisis de Nicaragua se elevó a 684, desde el estallido social contra el Gobierno, en abril de 2018.
La ANPDH registraba 651 víctimas mortales a causa de la crisis hasta octubre pasado, desde entonces han sido reportadas otras 33 personas, de acuerdo con los datos divulgados por su presidente, Álvaro Leiva, para totalizar 684 fallecidos.
La ANPDH ha sostenido que el Gobierno el presidente Daniel Ortega es el responsable de las muertes, al ordenar ataques armados contra ciudades disidentes en 2018, así como ejecuciones extrajudiciales.
Mientras los ataques armados contra ciudades disidentes cesaron en julio de 2018, las ejecuciones extrajudiciales continúan en 2020, especialmente contra jóvenes y campesinos, según diversas organizaciones humanitarias en Nicaragua.
La ANPH señaló además que, en el marco de la crisis, unas 5.046 personas han resultado heridas, como consecuencia de diferentes tipos de agresiones.
De la misma manera la ONG indicó que al menos 1.346 personas han pasado por las cárceles de Nicaragua, o han desaparecido, en acciones de las que, según Leiva, el Gobierno es responsable.
De las personas que han sido arrestadas en calidad de «presos políticos», 235 han sido procesados ilegalmente, una cantidad no específica no fueron procesadas, y 95 han recibido sentencias fuera del marco legal, detalló la ANPDH.
La crisis de Nicaragua se desencadenó en 2018, cuando miles de nicaragüenses salieron a las calles para reclamar por ataques armados de la Policía y las llamadas «turbas sandinistas», que dejaron decenas de muertos, y que se convirtieron en centenares cuando grupos paramilitares se unieron a las fuerzas del Gobierno en contra de los manifestantes.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh), que registran 328 muertos, han responsabilizado por la violencia al Gobierno de Ortega, quien reconoce 200 víctimas, dice defenderse de un «golpe de Estado fallido», y reclama «la paz».
La última vez que Nicaragua vivió una crisis similar fue entre 1980 y 1990, también con Ortega siendo presidente.
