El presidente hondureño, Porfirio Lobo juramentó anoche a Pineda como el nuevo ministro de Salud para finalizar el período de gobierno, en sustitución de la ex ministra Roxana Araujo.
En ese sentido, el funcionario reconoció que el tiempo para este cargo es realmente corto y las exigencias muchas, pero dijo que en la vida siempre hay que tomar riesgos.
“Se tienen que hacer algunos cambios administrativos que permitan la eficiencia en la secretaría y poder establecer condiciones que puedan permitir el encarrilamiento de la institución por un camino correcto”, apuntó.
Señaló que uno de los objetivos es el fortalecimiento de la atención primaria de la Salud; en Honduras hay un 30 por ciento de personas que no tienen acceso a los servicios sanitarios, principalmente las que viven en los lugares más remotos del país.
Indicó que un millón 200 mil personas ya están haciendo atendidas por el sistema de atención primaria y por la descentralización de algunos servicios.
“Nosotros queremos aprovechar el recurso humano que tiene la secretaría y con el mismo pensamos fortalecer la atención primaria”, añadió.
En relación al desabastecimiento, explicó que el fideicomiso para las compras de 300 millones se hace en base a un mecanismo de transparencia.
Admitió que para la compra de emergencia están ultimando detalles con el banco y en las próximas semanas llegará el primer lote de medicamentos para el abastecimiento de los centros hospitalarios.
Anunció que más adelante se buscará implementar el mecanismo de las ferias a la inversa.
