La profundidad del terremoto ha sido 13,1 kilómetros, a 70 kilómetros al oeste de la ciudad adriática de Pescara en la región de Los Abruzos y con cinco décimas menos de magnitud en la escala Richter del que devastó L’Aquila la madrugada de ayer.
El epicentro ha sido localizado en la zona comprendida entre los municipios de San Panfilo D’Ocre, Fossa y San Eusanio Forcenese en Los Abruzos.
El seísmo ha hecho caer partes de la iglesia de las Almas Santas en la Plaza del Duomo de L’Aquila, cuya cúpula ya estaba parcialmente derruida, además de escombros de los edificios dañados por el terremoto de la madrugada de ayer.
El temblor ha hecho caer los contenedores de agua que se había instalado en la estación de trenes de la capital de los Abruzos.
Patricia P., dueña de una pizzeria del centro de L’Aquila, dijo a Efe que escuchó un fuerte estruendo previo al terremoto y que la gente se echó a correr entre las ruinas presa de un pánico tremendo.