Johannesburgo – La Policía de Sudáfrica investiga la muerte de 9 mineros ilegales de nacionalidad lesotense cuyos cadáveres aparecieron apedreados en la central provincia de Gauteng, presuntamente asesinados por otro grupo de trabajadores rivales, según informaron este sábado fuentes policiales.
El crimen se descubrió en la tarde del viernes, en la localidad de Matholeville, situada unos 20 kilómetros al oeste de Johannesburgo.
Allí, además de los nueve cadáveres abandonados en las calles, se encontró también a una décima persona herida, en estado grave.
La Policía ha desplegado una operación de gran envergadura y, durante la pasada noche, se interrogó a «87 personas» dentro del marco de esta investigación, según informó hoy ese cuerpo de seguridad en un comunicado.
Las primeras hipótesis apuntan a un enfrentamiento entre grupos de mineros ilegales (o «zama-zamas», como se les llama en el país) lesotenses que trabajaban en la zona.
De acuerdo a las investigaciones preliminares, el violento incidente se produjo después de que hubiera una redada policial contra la minería ilegal y el crimen en el área de Matholeville.
Los sospechosos, presuntamente, habrían cargado contra las víctimas por culparlas de haber atraído la atención de las fuerzas de seguridad.
La minería ilegal en Sudáfrica es una de las más lucrativas del continente africano y está frecuentemente asociada con la actividad de grupos criminales organizados.
Según un informe publicado en 2019 en el marco del proyecto ENACT (que lucha contra el crimen organizado transnacional en África), los mineros zama-zamas llegan, por ejemplo, a extraer anualmente oro valorado en más de 14.000 millones de rands (unos 8.408 millones de euros), lo que convierte a Sudáfrica en una de las mayores fuentes de oro ilegal del mundo.
