Edgardo Casaña y Jaime Rodríguez, presidentes del Coprumh y Copemh respectivamente, informaron la noche del domingo que el llamado al paro está hecho y que no hay forma de detenerlo.
Casaña indicó a periodistas que la única opción es que el presidente Porfirio Lobo Sosa «ceda» a las demandas magisteriales y virtualmente acate todas las exigencias de la FOMH.
Entre los reclamos se encuentra el pago inmediato de 3,000 millones de lempiras al Instituto de Previsión del Magisterio (Inprema), de recursos que los mismos colegios magisteriales aceptaron prestar para la administración del ex presidente Manuel Zelaya Rosales, el reintegro de varios directores departamentales y el despido del ministro de Educación, Alejandro Ventura.
Casaña incluso llamó a todos los docentes a marchar hacia Tegucigalpa y participar de ls jornadas que realizarán el lunes como una asamblea nacional y luego marchas hacia distintos puntos de la ciudad.
Indicó el presidente del Coprumh que las bases exigen «movilizaciones y paralizaciones» y reclamó que solamente el cumplimiento de sus demandas permitirá la salida a la crisis.
El magisterio ha paralizado las clases desde el jueves de la semana pasada y ahora buscan prolongarla en forma ininterrumpida.
Por su lado el presidente de la Comisión de Educación del Congreso Nacional, el diputado Luís Berríos Segovia, dijo sentirse «preocupado» porque los docentes continúan en la misma «tónica del pasado».
El diputado señaló que no hay motivo para los paros y llamó a los maestros al diálogo.
