Bangkok – Las autoridades de Nueva Zelanda emitieron este martes una alerta por «fuertes e inusuales» corrientes y oleaje «impredecible» en el sur del país a raíz del terremoto de magnitud 6,7 que azotó la región.
La Agencia de Gestión de Emergencia Nacional indicó en un comunicado que espera que la zona costera entre Milford Sound hasta Puysegur Point, una zona poco poblada en el parque Nacional Fiordland -en el oeste de la Isla Sur-, experimenten «corrientes fuertes e inusuales y oleaje impredecible».
«Las fuertes corrientes y marejadas pueden causar lesiones y ahogamiento. Existe peligro para bañistas, surfistas, pescadores y cualquier persona que se encuentre en el agua o cerca de la orilla», indica el comunicado que pide a las personas alejarse de puertos y zonas costeras.
«Las personas a bordo de embarcaciones, residentes y en puertos deportivos deben abandonar sus embarcaciones y dirigirse a tierra. No regresen a las embarcaciones a menos que lo indiquen las autoridades», subraya el texto.
El Servicio Geológico de Estados Unidos, que registra la actividad sísmica en todo el mundo, rebajó la intensidad del sismo a magnitud 6,7 e indicó que el hipocentro fue localizado a 21 kilómetros de profundidad, durante una actualización.
El movimiento telúrico ocurrió a 164 kilómetros al suroeste de Riverton o a 184 kilómetros al suroeste de Invercargill, ambas ciudades en la punta meridional de la isla Sur del país.
Nueva Zelanda, con una población 5 millones de habitantes, se asienta en la falla entre las placas tectónicas del Pacífico y Oceanía y registra unos 14.000 terremotos cada año, de los que entre 100 y 150 tienen la suficiente potencia como para ser percibidos.
El 22 de febrero de 2011 murieron 185 personas en un seísmo de magnitud 6,3 que sacudió la ciudad de Christchurch, en la isla Sur, y que causó daños en 30.000 edificios. EFE
(RO)