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Nueva York empieza a discutir cómo será la salida a la crisis del coronavirus

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Nueva York – En medio de señales de que la curva del coronavirus se aplana, las autoridades de Nueva York comenzaron a hablar en público este jueves de cómo puede ser la salida a la actual crisis y de cuándo podrán empezar a levantarse restricciones.

Según el alcalde, Bill de Blasio, los indicadores positivos de los últimos días -que apuntan a que la ciudad podría haber llegado al «pico» de la pandemia- no son suficientes por ahora para cambiar las políticas, pero sí permiten «empezar a planificar la siguiente fase».

De Blasio presentó un plan con tres grandes etapas: una con transmisión generalizada del virus que requiere las medidas más duras, otra con bajos niveles de transmisión que pueden permitir cierta flexibilización y una tercera en la que no hay transmisión local y puede terminarse con el «distanciamiento social», algo para lo que aún faltan «meses».

Según subrayó, Nueva York está aún en la primera fase y el mes de abril será todavía muy duro en términos de casos y fallecimientos, por lo que las medidas de confinamiento continuarán, pero entre mayo y junio podrían empezar a relajarse algunas de las restricciones si la situación sigue evolucionando positivamente.

Para ello, explicó, Nueva York se fijará principalmente en tres indicadores diarios: el número de hospitalizaciones con síntomas de COVID-19, el número de ingresos en cuidados intensivos y los porcentajes de residentes que dan positivo en pruebas de la enfermedad.

Los tres indicadores tendrán que registrar claros avances positivos al unísono durante al menos 10 días o dos semanas antes de «empezar a discutir pasar a la siguiente fase», según dijo De Blasio.

Las autoridades comenzarán a hacer públicos esos datos a partir del próximo lunes, en un intento por dar más transparencia y tratar de involucrar a la población en el esfuerzo.

Volver antes o después a una cierta normalidad, subrayó el alcalde, dependerá sobre todo de que los ciudadanos respeten al máximo las restricciones actuales para frenar el número de contagios.

También será necesario disponer de una capacidad mucho mayor para efectuar pruebas a gran escala, incluso a personas sin síntomas, y de lugares como hoteles para aislar a positivos con el fin de cortar de raíz posibles rebrotes, según advirtió.

Si el número de contagios vuelve a aumentar, se recuperarán las restricciones o, incluso, se impondrán medidas más estrictas.

Preguntado sobre cuáles serán las primeras limitaciones en relajarse, De Blasio recalcó que todo será progresivo y que en la próxima fase podría permitirse la reapertura de algunos negocios, mientras se mantienen otras restricciones sin cambios.

Entre otras cosas, las autoridades prevén que las personas que puedan trabajar desde sus hogares sigan haciéndolo «durante un largo periodo de tiempo».

Nueva York es el gran epicentro del coronavirus en Estados Unidos y la Gran Manzana es su mayor foco. Pese a que los fallecimientos han alcanzado en los últimos días sus máximos diarios, la región ha comenzando a ver un descenso en el ritmo de hospitalizaciones y de ingresos en cuidados intensivos.

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