Tegucigalpa – Tras la imputación de cargos por tráfico de drogas y armas contra media docena de oficiales de la Policía hondureña por parte de Estados Unidos, la nueva oleada de extradiciones se enfocará a estos operadores de justicia que por años colaboraron con barones del narcotráfico y permitieron que el país sirviera de alfombra roja al trasiego de estupefacientes desde el sur hacia el norte del continente.
– De los once hondureños extraditados hacia EEUU hasta el momento, uno se desempeñaba como miembro de la carrera policial; seis agentes más se suman a los pedidos de Washington.
– El 2 de junio de este año se fue el último extraditado: Juan Carlos Arbizú Hernández.
De acuerdo a la imputación la semana anterior del Distrito Sur de Nueva York, seis agentes de la Policía de Honduras supuestamente participaron en delitos de narcotráfico en la misma red que Fabio Porfirio Lobo.
Ludwig Criss Zelaya Romero, Mario Guillermo Mejía Vargas, Juan Manuel Ávila Meza, Carlos José Zavala Velásquez, Víctor Oswaldo López Flores, y Jorge Alfredo Cruz Chávez, presuntamente cometieron delito de conspiración para introducir cocaína en EEUU.
Del caso se ocupará la jueza del distrito Lorna G. Schofield, ante quien Fabio Lobo ya se declaró culpable de crímenes de narcotráfico el pasado 16 de mayo.
“Se presentaron cargos contra seis agentes de la Policía Nacional de Honduras que participaron en una conspiración para la entrada masiva de cocaína en Estados Unidos”, señaló el fiscal federal del distrito sur de Nueva York, Preet Bharara.
Los hechos, cometidos entre 2004 y 2014, se llevaron a cabo, según el fiscal, a través del soborno a oficiales públicos y la filtración de información sobre dónde se estaban realizando controles.
La droga supuestamente se obtuvo primero de Colombia y Venezuela a través de varias rutas marítimas y después se transportaba a Guatemala para más tarde enviarse a la gran potencia del continente.
Pedidos de extradición en poder de Honduras
Un poco más de cinco días pasaron desde la imputación de cargos de un fiscal de EEUU contra los seis policías, para que este lunes se conociera que la solicitud de extradición llegó inicialmente a Cancillería hondureña y luego fue turnada a la Corte Suprema de Justicia (CSJ), quien a su vez girará instrucciones a la Secretaría de Seguridad para proceder a efectuar las capturas.
De la media docena de policías imputados, dos -José Zavala Velásquez y Víctor Oswaldo López- han expresado públicamente que enfrentarán la justicia norteamericana y que acudirán cuando sean solicitados.
A raíz de las acusaciones de Washington, cinco de los oficiales fueron apartados de la institución por la Comisión Especial de Depuración de la Policía, ya que uno había sido separado previamente.
Este mismo lunes portavoces policiales negaron que tengan en su poder las respectivas órdenes de capturas contra los uniformados señalados por EEUU.
Se prevé que en las próximas horas, los seis miembros de la carrera policial se presenten ante la justicia local para agotar el respectivo proceso judicial antes de ser extraditados hacia la unión americana.
Un policía ya fue extraditado
El 15 de octubre de 2015 fue extraditado por delitos de narcotráfico el policía Wilmer Alonso Carranza Bonilla.
Carranza Bonilla se desempeñaba como agente clase III de la Policía, y pertenecía a la Dirección Nacional de Servicios Especiales de Investigación (DNSEI), asignado a la unidad especial de investigación de delitos contra el lavado de activos y privación de bienes.
El octavo expatriado fue acusado de ser una pieza clave al brindar información al cartel de los Valle Valle, una organización vinculada al narcotráfico y con vínculos en varias zonas del país y la región centroamericana. Media docena de miembros de este cartel del narcotráfico ya fueron enviados a EEUU y enfrentan cargos ante la justicia de ese país.
Este agente extraditado pasó, en 2012, la prueba del polígrafo que le practicó la Dirección de Investigación y Evaluación de la Carrera Policial (DIECP) con el apoyo de profesionales de EEUU. Además, no tenía denuncias de ningún tipo y su hoja de servicio estaba limpia.
Todos los extraditados
Carlos Arnoldo “El Negro” Lobo: Capturado en San Pedro Sula, el primer hondureño extraditado a Estados Unidos, el 9 de mayo del 2014.
Juving Alexander Suazo Peralta: Alias “Chancleta”, fue extraditado a Estados Unidos el 28 de octubre de 2014.
Los hermanos Miguel Arnulfo y Luis Alonso Valle Valle: Extraditados a Estados Unidos por el delito de narcotráfico, el 18 de diciembre de 2014.
Los esposos José Inocente Valle y Marlen Griselda Amaya: Fueron extraditados el 23 de enero de 2015 a Estados Unidos.
Héctor Fernández Rosa: Alias “Don H”: Extraditado a los Estados Unidos el 5 de febrero de 2015.
Wilmer Alonso Carranza Bonilla: Policía hondureño clase III, perteneciente a la Dirección Nacional de Servicios Especiales de Investigación (DNSEI), asignado a la Unidad Especial de Investigación de Delitos contra el Lavado de Activos y Privación de Bienes. Se convirtió el 15 de octubre de 2015 en el octavo extraditado.
José Raúl Amaya Argueta y Carlos Emilio Arita Lara, alias “El Toro”: Ambos fueron extraditados el pasado 3 de febrero de 2016.
El undécimo extraditado fue Juan Carlos Arbizú Hernández que se fue el 2 de junio. Este coordinaba el tráfico de drogas del Caribe al mercado norteamericano y se le vincula al cartel de los hermanos Rivera Maradiaga conocidos como “Los Cachiros”.
A la par de estos once extraditados hacia EEUU, otros cuatro connacionales fueron detenidos por autoridades norteamericanas: Digna Azucena Valle, los hermanos Javier Heriberto y Denis Leonel Rivera Maradiaga (Los Cachiros), Fabio Lobo, hijo del expresidente Porfirio Lobo, así como Yankel Rosenthal Coello, éste último detenido en Miami y señalado por blanqueo de capitales ligados al narcotráfico.
Otros casos como Yani Rosenthal, acusado por lavado de activos ligados a la narcoactividad; Rafael Leonardo Callejas y Alfredo Hawit, ambos inculpados en el escándalo de sobornos en el FIFAgate, se entregaron a la justicia por su propia cuenta.
Caso informes NYT
A mediados de abril de este año, una nota periodística del influyente diario norteamericano The New York Times reveló escalofriantes elementos sobre las mafias que funcionan al interior de la Policía hondureña e incluso mencionó nombres de altos cargos policiales que participaron en asesinatos emblemáticos en colusión del Cartel del Atlántico.
Y aunque en este apartado procede a la justicia hondureña actuar por los delitos que señala el prestigioso medio internacional, el elemento es que importantes oficiales tenían colusión con cárteles de la droga que operaban en el país.
La nota informativa del NYT cita nombres de exdirectores generales y la forma en que se planificaron asesinatos de los zares antidrogas: Alfredo Landaverde y Julián Arístides González
