Nueva identidad, un fantasma que amenaza el proceso electoral

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Tegucigalpa – Para que la nueva identidad pueda llegar a manos de cinco millones de potenciales votantes en Honduras, deberán entregarse por los menos 18,500 cédulas diarias, sin fallar un solo día, de uno de febrero al último día de octubre del año entrante.
 

El tema se reactiva a destiempo, pese a que el Congreso hondureño pudo haber aprobado la iniciativa sin premura

Solo así podrán estar aptos para participar en el proceso eleccionario general de noviembre de 2012 y no retroceder a las imperfecciones y vicios democráticos que den pie a la reedición de opciones de votar con la vieja o con la nueva tarjeta de identidad, indistintamente o quizá hasta con contraseñas, de acuerdo a la conveniencia de los más ancestrales vicios electorales.

Nuevamente la intención de invertir entre 500 y 700 millones de lempiras en un proyecto para adjudicar nuevas cédulas de identidad a la población hondureña, ha despertado un debate en el que se contrasta la realidad de un país minado por una pobreza que abate a dos tercios de su población, los constantes “azos” como se conocen los escándalos ligados a la corrupción y falta de transparencia, en un paisaje complementado por una ola de inseguridad sin parangones.

El diputado por Olancho y dirigente regional del partido Nacional en el poder, Javier Menocal, ha vuelto a presentar la iniciativa en la Cámara y ha advertido que de no tomarse la medida, el proceso electoral de 2013 está en serio riesgo. Es un tema de seguridad democrática ha dicho el parlamentario.

El proyecto ha sido turnado a una comisión especialísima que preside el diputado del mimo partido, Oswaldo Ramos. El órgano especialísimo actúa al margen de la comisión de asuntos electorales, que es presidida coincidentemente por el propio Menocal.

El financiamiento de la nueva cédula de identidad podría salir del bolsillo de cada ciudadano hondureño, lo que equivaldría a un nuevo paquetazo
De acuerdo a las justificaciones de quienes le impulsan, el proyecto de la nueva identidad, será utilizado por la población votante en el proceso general de noviembre de 2013.

La nueva cédula no se usará en las elecciones internas, pero de febrero a octubre de 2012, o sea en nueve meses, deberá ser distribuida entre por lo menos cinco millones de ciudadanos.

En consonancia con las cifras, la identidad será entregada en 270 días entre la población votante. Lo que indica que sí el proceso se realiza en el tiempo estipulado deberán entregarse por lo menos 18,500 identidades por día, casi 13 por cada segundo, entre el uno de febrero y el 31 de octubre del año entrante.

Un paso más allá de los tiempos, los defensores del proyecto indican que será la empresa que gane la licitación quien financie todo el proceso de identificación hasta el momento de su producción.

La explicación deja entrever que será entonces cada ciudadano el que deberá absorber el costo de contar con una identificación, un derecho constitucional que por la víspera, costará bastantes lempiras a cada hondureño.Lo anterior equivaldría a un nuevo paquetazo que pagaría la población.

Para el subdirector del Registro de las Personas, Gerardo Martínez, el proyecto es necesario. “El equipo que nosotros tenemos en la actualidad, como hemos explicado anteriormente, tiene ya 15 años de vida, de uso diario, de uso continuo, y es un equipo obsoleto” recalcó. Pese a ello otros actores, conocedores del tema, indican que brindar el mantenimiento profundo y adecuado al actual equipo tecnológico costaría unos 100 millones de lempiras y no pondría en riesgo el proceso.

Agregó que “el proyecto es muy amplio y no sólo contempla lo que es la línea de impresión de las tarjetas de identidad, contempla, cuatro ítems, el primer ítem es la modificación tecnológica de todo lo que comprende los Registros Civiles Municipales, en la actualidad tenemos 80 Registros Civiles mecanizados y de éstos sólo 23 tienen Sistema de Identificación, entonces la idea es que todos estos registros tengan computadoras conectados en línea con Tegucigalpa, de modo de que la información esté en todos los municipios automáticamente, ese es el primer componente”.

Continuó justificando que además se contempla la modernización tecnológica y de sistema biométrico, huella dactilar, el cotejo de las huellas dactilares y adicionalmente un reconocimiento facial.

Igualmente manifestó que la propuesta integra un sistema de identificación que permite instalar los equipos en cada registro municipal, cambiar servidores y poner lo que es el hardware de captura de información digital, indicó.

Pequeño inconveniente

Los impulsadores de la nueva identificación dicen que de no realizarse el proyecto se pondrían en riesgo las elecciones generales, aunque no hay seguridad que se pueda ejecutar a tiempoPero Gerardo Martínez reconoció que “el inconveniente que hay en esto es hacer que el ciudadano venga al registro, ese es el punto que no controlamos ni nosotros, no controla nadie sino que sólo lo controla el ciudadano, nosotros en eso estamos, vamos a hacer llamados a la población a que venga al Registro y se documente, pero si el ciudadano no viene, ese sería el único punto en contra que tendríamos para documentar a todos los hondureños”.


En tanto, el diputado Menocal no tuvo ambages en manifestar que “hemos hecho rondas con los partidos políticos a nivel nacional, hemos hecho rondas también con los jefes de bancada de los partidos en el Congreso de la República, con la junta directiva y con su presidente, y al final la gran conclusión es de que hay un alto riesgo operativo-técnico en el Registro Nacional de las Personas y como poder del Estado nosotros no podemos poner en riesgo el proceso democrático del país, y es por esa razón que hemos tomado la decisión, nosotros como diputados de presentar un proyecto de decreto en el Congreso de la República, a través del Registro Nacional de las Personas” expuso el parlamentario.

Ante los escenarios planteados, el diputado del Partido de Innovación y Unidad Social Demócrata (PINU-SD), Toribio Aguilera, dijo que “se está analizando y si tenemos que reaccionar con la premura del caso, yo diría más bien que nos hemos atrasado un poco”.

Recordó que el Registro Nacional de las Personas “tiene meses, por no decir años de estar planteando la necesidad de estos recursos para la emisión de la nueva cédula de identidad, pero es un tema que aun dentro de todas las restricciones que tenemos, tenemos que buscar una solución” puntualizó.
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