Tegucigalpa – Tras su regreso a Honduras, en su primera comparecencia pública la directora ejecutiva del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), Gabriela Castellanos, dijo que, aunque el peligro no ha pasado no es de las que se rinde y regresa por justicia.
– Las calles son del pueblo, dijo y refirió que la mayoría de los enlistados en Engel han sido retratados en casos presentados por el CNA.
“Nuestro regreso es para ver a los corruptos en la cárcel”, enfatizó Castellanos en una conferencia en la que fue respaldada por líderes de sociedad civil.
A renglón seguido dijo que, aunque el peligro sigue latente y el Estado indiferente, quienes deben pagar en muros son quienes han obligado a los honrados a irse cargando el país en la espalda.
Reveló que aún en el exilio siguió recibiendo amenazas, pero siempre tuvo la fortaleza de distintos sectores, mensajes de fuerza de las personas frente a la ignominia de la impunidad “que nos pudre la democracia”.
“Sólo soy una mujer que lucha contra la corrupción y lo he entendido con claridad y firmeza como otros miles de hondureños y hondureñas que a diario tienen que abandonar el país por esta barbarie”, continuó.
Enfatizó que ella es de ese otro grupo hondureño con la terquedad de rescatar este país de las fuerzas oscuras y en la lucha le acompañan representantes de sociedad civil, iglesias, grupos originarios, academia y otros que saben que hoy es ella quien está amenazada pero mañana puede ser cualquiera que se atreva a levantar la voz.
“Por eso estoy de regreso en Honduras porque no me esconderé del llamado de la historia para impulsar la transición democrática en este contexto político en que toca luchar todos los días para decantar la memoria de la patria robada, no tengo ánimo de mártir solo que luchar es nuestra forma de vivir”, zanjó.
No ceder derechos
Castellanos fue enfática al expresar que la calle es del pueblo y no es el gobierno el que nos va a decir si tenemos o no derecho a protestar; porque les guste o no su tiempo en la calle ya pasó.
“No vamos a ceder nuestros derechos a la libre asociación, circulación y expresión de quienes acuden a medidas populistas ante el temor de una caída en picada (…), entiendan que deben hacerse a un lado ya no les toca protestar sino escuchar y por supuesto resolver”, subrayó.
Castellanos, reiteró que es las que se queda y acuden a la convocatoria de una sociedad civil que no está dispuesta a ver como desde el poder imitan prácticas antidemocráticas de cerrar espacios cívicos, y es de las que se quedan para protestar contra aquellos que inventan nombres y apellidos para luchas extraviadas.
Finalmente, dejó claro que esa lucha «la haremos en paz dando catedra de democracia, tolerancia y pluralismo, porque no se necesita violencia se requiere raciocinio y amor por Honduras”. LB
