Tegucigalpa- La cancelación del Estatus de Protección Temporal (TPS) para Honduras, que concluye oficialmente este 08 de septiembre, ya comienza a golpear la vida de miles de connacionales en Estados Unidos. Entre ellos está Manuel Vélez, residente en Houston y beneficiario del programa desde hace tres décadas, quien asegura que la noticia ha sido “nefasta” para toda la comunidad tepesiana.
Vélez relató que ya recibió un mensaje de la empresa para la que trabaja como repartidor, notificándole que no podía continuar debido a la expiración de su permiso de trabajo. “Me llegó un mensaje de la compañía diciendo claramente: no puede seguir hasta que muestre un documento válido. Conozco a muchos compatriotas que están en la misma situación, porque el sistema que usan las empresas para verificar el estatus ya notificó la cancelación del TPS”, contó.
El hondureño lamentó que, tras 30 años de vida en Estados Unidos, hoy se encuentre en la incertidumbre. “Podríamos buscar trabajos sin documentos, pero estaríamos incumpliendo la ley, después de tantos años cumpliendo. Es injusto y arriesgado”, expresó.
Además de la preocupación laboral, Vélez, sobreviviente de cáncer, teme por su salud. Señaló que en Honduras no existen condiciones adecuadas en los hospitales para dar continuidad a sus chequeos médicos. “Aquí tengo acceso a controles que allá serían imposibles. Me preocupa qué va a pasar”, afirmó.
Vélez también desmintió la idea de que los tepesianos no son perseguidos. “Claro que sí lo somos. Los agentes migratorios andan en todos lados, hasta en los supermercados, y con solo ver el color de piel ya lo arrestan a uno en las redadas”, denunció.
Con el fin del TPS, unos 55 mil hondureños quedan desprotegidos y bajo orden de abandonar el territorio estadounidense. El futuro de la comunidad migrante aún podría definirse en noviembre, cuando una Corte del Noveno Circuito de California emita un fallo sobre la cancelación definitiva del programa.LB