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Nobel de Paz pide sancionar a encargados de deportar niños de Ucrania a Rusia

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Bruselas.- La directora del Centro ucraniano para las Libertades Civiles, Oleksandra Matviychuk, cuya organización recibió el Nobel de la Paz el año pasado, ha exigido que Occidente imponga sanciones a los responsables de enviar a menores ucranianos a Rusia o a territorios controlados por Moscú para reeducarlos.

«Se tienen que imponer sanciones contra las personas que organizan y ejecutan esta política», señaló Matviychuk durante una rueda de prensa telemática convocada en Bruselas.

Según un estudio del Laboratorio de Investigación de la Universidad de Yale dado a conocer el 14 de febrero, más de 6.000 menores ucranianos, entre los cuatro meses y los 17 años de edad, han sido enviados por parte de Rusia a campos de reeducación o al sistema de adopción ruso desde el inicio de la invasión del territorio ucraniano el 24 de febrero de 2022.

La abogada afirmó que las deportaciones y reeducación de menores muestran «muy claramente el carácter genocida» de la guerra de Rusia contra Ucrania.

«Estos crímenes particulares muestran que puedes destruir algún grupo étnico no solo con asesinatos, violencia sexual, raptos y detenciones que documentamos en territorio ucraniano, que son cometidos de forma regular por tropas rusas contra civiles, sino también llevando niños ucranianos y reeducándolos como rusos», constató.

La organización civil Avaaz ha impulsado una petición en Internet con la que busca recoger firmas a favor de que los gobiernos hagan un llamamiento para que los niños deportados por Rusia regresen a sus hogares y los responsables de esos traslados rindan cuentas.

Avaaz insta a los líderes de la Unión Europea, Canadá, Estados Unidos y Reino Unido a anunciar sanciones contra los responsables y también defiende enjuiciar a los implicados en las políticas de deportación y reeducación.

Junto con la petición, en la tarde de este jueves, ciudadanos y voluntarios colocaron juguetes y peluches en la bruselense rotonda de Schuman, ubicada junto a las sedes de la Comisión Europea y del Consejo de la Unión, para llamar la atención sobre la situación.

En concreto, Avaaz reclama a la Unión Europea, Estados Unidos, Reino Unido y Canadá que sancionen a trece funcionarios y políticos rusos implicados en el robo de menores de edad que no están sujetos a medidas restrictivas. Pide, al menos, congelar sus activos y prohibirles viajar a esos cuatro territorios.

La organización exige medidas restrictivas para el ministro ruso de Educación, Serguéi Kravtsov (sancionado por la UE, pero no por Canadá, Estados Unidos y Reino Unido); la defensora del pueblo de Rusia, Tatiana Moskalkova; la defensora del pueblo rusa de la república popular de Donetsk, Daría Morozova; o el gobernador de la región de Magadán, Serguéi Nósov (sancionado solo por el Reino Unido), entre otros.

Caitlin Howarth, una de las responsables del estudio de la Universidad de Yale, reconoció que la cifra de 6.000 menores enviados a campos de reeducación o al sistema de adopción ruso es «muy conservadora» y representa solo casos que pudieron documentar con claridad.

«Es una cifra muy baja. El Gobierno ucraniano estima que el número de niños que ha sido potencialmente deportado de forma forzosa o transferido a Rusia o territorio controlado por Rusia alcanza los cientos de miles. Eso incluye familias a las que no se les ha dado otra opción más que desplazarse al este», comentó.

También denunció que el Gobierno ruso liderado por el presidente Vladímir Putin ha pedido intensificar las políticas de deportación y reeducación, y recalcó que el mandatario ha solicitado «la expansión» de esos programas.

El director jurídico de Avaaz, Nick Flynn, manifestó que Moscú ha puesto en marcha el programa de reeducación y adopción por la «impunidad» en la que ha vivido «el liderazgo ruso» en las últimas dos décadas y su «total falta de rendición de cuentas por sus crímenes».

En ese sentido, mencionó la segunda guerra de Chechenia, la guerra en Georgia en 2008 o la invasión de Crimea, a las que la comunidad internacional dio «respuestas débiles».

«Debemos mostrar a Putin y a los funcionarios en el liderazgo ruso que su expectativa de impunidad es errónea y que habrá rendición de cuentas para los líderes de este programa masivo de reeducación y adopción», aseguró. EFE

(ir)

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