San José – Nicaragua tildó este domingo de «depravado» y «pedófilo» al Vaticano, a la vez que condenó la entrevista ofrecida por el obispo nicaragüense desnacionalizado Rolando Álvarez al noticiero católico EWTN Noticias, en la que contó su experiencia a un año de su liberación y llegada a Roma.
«Nos pronunciamos sobre declaraciones que, a nombre del Estado Vaticano, se realizan desde páginas y plataformas que les son propias, declaraciones que constituyen un agravio y un insulto a la soberanía y dignidad del Estado nicaragüense», señaló en un comunicado el Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicaragua.
Para el Gobierno que preside Daniel Ortega junto con su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, las declaraciones de monseñor Álvarez, obispo de la diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la diócesis de Estelí, ambas en el norte de Nicaragua, «son irresponsables e irrespetuosas y violentan las máximas leyes y normas que rigen la vida independiente de» Nicaragua.
«Además, sin ninguna autoridad política supranacional, el Estado Vaticano pretende disponer sobre cargos y poderes que otorgan, en Nicaragua, a personas que dejaron de ser nicaragüenses, por conductas impropias e intolerables de promoción de crímenes, políticamente instigados, así como constantes llamados a romper la paz, con todo tipo de violencia, falsedades y planificadas calumnias, infringiendo angustias, sufrimiento y dolor a las familias de nuestro país», continuó.
El obispo Álvarez fue condenado en febrero de 2023 a 26 años y 4 meses de prisión por delitos considerados traición a la patria, y en enero de 2024 el Ejecutivo sandinista acordó con la Santa Sede el envío al Vaticano del jerarca, junto al obispo Isidoro Mora, 15 sacerdotes y 2 seminaristas nicaragüenses, a los que tenían privados de libertad.
La excarcelación de los religiosos nicaragüenses ocurrió 14 días después de que el papa Francisco, tras el rezo del primer Ángelus de ese año, expresara su «preocupación» por la detención de decenas de sacerdotes en Nicaragua.
Gobierno sandinista desconoce obispado en Nicaragua
«Condenamos estas conductas inadmisibles de personas que desde tronos ególatras, con disfraces y máscaras de benevolencia y farisaico misticismo, continúan agrediendo al pueblo nicaragüense, en su pretensión de poder político, ridícula, insolente e indecente, por ocultar tras ropajes fantasmagóricos, y pretensión absurda, al fin, por basarse en arbitrariedades, falsificaciones, afán de sometimiento y violación de todos los derechos», prosiguió Nicaragua.
«Esos individuos han roto con el sagrado deber de todo ciudadano de este país, de custodiar y preservar soberanía, seguridad, paz y trabajo digno de cada persona», sostuvo.
Por tanto, a juicio de la Cancillería nicaragüense, «nada autoriza al Estado Vaticano, que debe regirse por las normas del Derecho Internacional, y el respeto a los Gobiernos e instituciones nacionales, a otorgar nombramientos de cualquier tipo en el territorio soberano y digno de nuestra Nicaragua».
«Toda conducta jurídicamente inadmisible, y por lo tanto ilícita e ilegal, se considera ofensiva a la dignidad, decoro y libertades de nuestro pueblo», apuntó.
En su pronunciamiento, Nicaragua expresó su «más enérgica protesta por la promoción de personas apátridas, destructivas, ambiciosas e irredentas, y la pretendida imposición de tales personajes deleznables, como autoridades que nadie reconoce o reconocerá».
«Ese Estado depravado, pedófilo»
Managua también señaló al Vaticano su «historia de inclinaciones y prácticas abominables, perversas, inhumanas en sintonía con infames monarquías colonialistas», que lo incriminan como Estado, y que «usurpando el nombre de Dios cortó cabezas, enterró espadas, y exterminó pueblos y culturas enteras».
«Desde los millones de voces y almas, acalladas brutalmente por la Inquisición, se alzan todos los pueblos sacrificados y desangrados por ese Estado Vaticano depravado, pedófilo, denunciado así en todo el Mundo, que en estos tiempos todavía desconoce virtudes, derechos y se alía con las fuerzas de la oscuridad, la barbarie, el genocidio y el mal», acusó.
«A nombre de todos los mártires, de todos los muertos que las prácticas innobles del Estado Vaticano han generado en el mundo entero, exigimos respeto a la vida, a la armonía, a la conciencia alzada, y a la Sacrosanta espiritualidad propia, activa, creativa y beligerante de un pueblo que ni se vende, ni se rinde, jamás. Sepan, señores, que sus inmorales adefesios y esperpentos, disfrazados de pastores, aquí ni volverán, ni pasarán. La fe nos vale», concluyó.
Las relaciones entre el Vaticano y Managua, que están suspendidas oficialmente, atraviesan momentos de gran animadversión: el papa llegó a denunciar el «desequilibrio» de Ortega y a su régimen de «dictadura grosera». Este, a su vez, acusó al Vaticano de formar parte del «conglomerado del fascismo» y ha disuelto y expropiado a la Compañía de Jesús, los jesuitas, que es la orden del papa Francisco, y ha expulsado a 46 sacerdotes y obispos desde 2018. JS