Tegucigalpa – El extitular de la Secretaría de Desarrollo Económico (SDE), Pedro Barquero, advirtió que si se aprueba la Ley de Justicia Tributaria como la remitió el Poder Ejecutivo, ni Rusia ni China invertirán en Honduras.
“Estas personas están creyendo que con esta Ley Tributaria van a traer inversión están equivocados, ni los rusos ni los chinos ni nadie va a querer invertir así como está planteada la ley”, manifestó.
Barquero alertó que las empresas están considerando la posibilidad de abandonar el país si se aprueba la Ley de Justicia Tributaria.
Reiteró que la aprobación de este proyecto de ley así como la plantea el gobierno ocasionaría en el país cierre de empresas que conlleva a más desempleo y menos inversión.
Sería una gran estocada a la economía nacional y a la capacidad de la población de poder conseguir un trabajo, señaló.
Lo mejor que puede hacer el Congreso Nacional es engavetar este borrador de ley y hacer uno nuevo, sugirió.
Por otro lado, se refirió al cierre de la planta que tenía la empresa Gildan en Choloma y dijo que es por la caída de la demanda de mercado en Estados Unidos.
Analizó que cuando una empresa decide cerrar una planta analiza todos los países donde tienen inversiones y cierran donde no hay un ambiente adecuado para la inversión.
En Honduras tenemos un mal ambiente que le hace algunos funcionarios públicos a la inversión con ese discurso de odio, ataque y anti empresa privada, lamentó.
Agregó que otra razón para cerrar operaciones una empresa es por los atrasos en los trámites de exoneración en la Secretaría de Finanzas.
El exfuncionario recordó que cuando era el ministro del SDE recibía diariamente quejas de muchas empresas que se estaban atrasando en los trámites de las exoneraciones.
Las empresas se vayan a otros lugares donde los trámites son de manera expedita cumpliendo con la ley, expresó.
Además, indicó que el costo de la energía en Honduras en el sector industrial cuesta 20 centavos y en Guatemala cuesta la mitad.
Mientras sigan con ese discurso de odio van a seguir provocando es más desempleo, pobreza y más hambre, sentenció. AG