Negroponte, que durante su estadía en Honduras se reunió con las más altas autoridades del país centroamericano, viajó a Guatemala, la tercera y última escala de su visita a Centroamérica, que además le llevó a El Salvador, informó una fuente oficial.
El miércoles, Negroponte, ex embajador de Estados Unidos en Honduras, se reunió con el presidente de este país, Manuel Zelaya, con quien firmó tres acuerdos de cooperación para programas de combate al narcotráfico, pandillas y formación policial.
Negroponte dijo hoy a la radio local HRN que con Zelaya también habló en términos generales sobre la decisión del gobernante hondureño de convertir en aeropuerto civil la base local de Palmerola, en el departamento central de Comayagua, construida por Estados Unidos hace casi 30 años.
Al respecto, dijo que esa es una actividad que «no se puede hacer de la noche a la mañana», porque están de por medio varios factores, como la certificación internacional para que puedan operar las líneas aéreas.
Zelaya anunció esta semana que el aeropuerto internacional de Toncontín no volverá a ser utilizado para vuelos internacionales, a raíz del accidente de un avión de la compañía TACA, que el pasado viernes se accidentó al final de la pista de esa terminal, con un saldo de cinco muertos y más de 70 lesionados.
Además, el gobernante indicó que en 60 días estará lista la base de Palmerola para vuelos internacionales, decisión con la que diversos sectores afectados no están de acuerdo.
El diplomático estadounidense también se reunió hoy en Tegucigalpa con la presidenta de la Corte Suprema de Justicia, Vilma Morales, y el titular del Parlamento hondureño, Roberto Micheletti.
Igual lo hizo, no se precisó cuando, con los ex presidentes Ricardo Maduro y Carlos Flores, y el Comisionado de los Derechos Humanos en Honduras, Ramón Custodio, aunque no se informó sobre los temas que centraron su conversación.
La visita de Negroponte fue repudiada por sectores populares y de derechos humanos, que lo tildaron de «asesino» y de ser responsable de las desapariciones forzadas en Honduras en el decenio de los 80 del siglo pasado, cuando él fue embajador de su país en Tegucigalpa (1981-1985).