Tegucigalpa – Para muchos es una leyenda viviente del periodismo rockero en Honduras, pero ella se define como alguien que por accidente ingresó a hacer comunicaciones. Irreverente, temperamental, culta y sincera Myrna María Barahona Aguiluz dice que su primer amor antes de rock fue la poesía.
– Más que el cine fresa, necesitamos hacer producciones cinematográficas históricas que retraten la grandeza de personajes como Juan Ramón Molina, recomendó.
– Salvador Nasralla tiene su ego elevado, habría la dificultad que manejaría el país como un estudio de televisión, dijo al ser consultada sobre la posibilidad que éste sea presidente de Honduras.
Quién no recuerda a Myrna María en su faceta como locutora de Estéreo Mil. Su inconfundible voz, sus conocimientos y su acento casi perfecto del idioma inglés. Son casi 23 años divididos en dos períodos en los que Barahona ha sido influencia para varias generaciones.
Actualmente dirige en la radio Rock N‘ Pop todos los martes de 6:00 a 9:00 de la noche el programa “Collection”. Además tiene su propio sitio web www.myrnamariabarahona.com
Miyrna María tuvo una plática con Proceso Digital para abordar varios temas de la vida nacional. Se autocalifica irreverente, aunque dice respetar el gusto de las demás personas.
Acostumbrada a estar bajo la crítica de la farándula, contesta a una de nuestras interrogantes y refiere que le molesta cuando le preguntan por qué no se ha casado o por qué no ha procreado hijos.
“A mí me juzgan hasta por mi manera de vestir y mirá que he recibido palos de los propios colegas del medio. Lo único que hice fue aprovechar las oportunidades que me vinieron a ofrecer porque yo no pedí estar en medios de comunicación, manifestó.
En algún momento fue catalogada como una niña prodigio de las letras. Era invitada a programas de televisión y sus poesías publicadas en revistas literarias. Practicó ballet en la escuela Merceditas Agurcia y recordó que el Teatro Manuel Bonilla fue el oasis que la hizo forjar su vena artística.
Relató que su padre decidió por ella al influir para que estudiara odontología. “Me quedé sin desarrollar la carrera para la que nací, estaba hecha para ser una intelectual, ese era mi destino. Como no pude hacer lo que quería, quiero utilizar el periodismo para hacer cultura y entretenimiento”, exteriorizó.
Nos sentamos en torno a una mesa a degustar un café -otra de sus pasiones- en un reconocido centro comercial de la capital hondureña. La plática era interrumpida constantemente por los saludos que le hacían a la primera mujer periodista de rock en Honduras, sin embargo logró responder con claridad lo que le preguntamos.
Proceso Digital: ¿Qué recuerda de su infancia?
Myrna María Barahona: Cuando salíamos en familia hacia el campo. Desde pequeña me sentí atraída por las montañas, los pinos y el clima fresco. Eran de esos encuentros con mis primos que disfrutaba mucho porque hacíamos almuerzos familiares. Frecuentaba Bosques de Zambrano, Parque Aurora, Valle de Ángeles, entre otros buenos parajes de nuestra geografía.
También tengo muy buenos recuerdos de mi etapa en la Elvel School, ahí pasé toda la primaria y toda la secundaria. Otra cosa que recuerdo es mi amor por los animales.
PD: ¿El amor por la música cómo nace?
MMB: La música me comenzó a gustar desde que escuché el rock. Recuerdo que en el cierre de audición de Canal 5 ponían la canción “Something” de los Beatles… yo decía que bella esa canción sin saber quien la cantaba.
Cuando tenía 12 años, mi hermano que era mayor que mí un año y medio comenzó a comprar LP‘s (Long Play-disco de larga duración), como él era mi mejor amigo me iba a su cuarto y me lo acompañaba a escuchar música… así fue como fui asimilando a los grande grupos del rock y del metal del mundo, desde ese entonces quedé atrapada.
PD: Hablenos de su afición a la poesía
MMB: Ese fue mi primer amor antes del rock. Nací con ese don porque vengo de una familia de escritores. Escribo poesía desde que empecé a leer y escribir, gané concursos infantiles, también recitaba y lo hacía muy bien.
Luego comencé a devorar -se refiere a leer- a los grandes poetas de la literatura hispanoamericana. Mis preferidos: Juan Ramón Molina y Rubén Darío, ellos son los sublimes que me hacen llorar, pero en un segundo lugar ubico a José Ángel Buesa (cubano).
PD: ¿Pero qué pasó con sus poesías?
MMB: Cuando era adolescente e ingresé a los medios, La Tribuna comenzó a publicar mis poesías. He ganado premios por mis escritos e inclusive a los medios de comunicación entré gracias a una poesía porque gané un concurso del Día de la Madre en Estéreo Mil. Me dieron un pasaje de ida y vuelta a Miami y cuando lo fui a recoger me ofrecieron trabajo.
PD: Me hablaba del poeta Juan Ramón Molina, ¿cree que en Honduras no hemos reconocido la grandeza de este escritor?
MMB: Me parece que a nivel del círculo intelectual reconocen su obra. Hay una biblioteca nombrada en su honor, también hay una estatua bellísima en el Parque La Libertad, lo que sí creo que falta es dedicarle un museo.
Sus obras han sido editadas y reeditadas nacional e internacionalmente porque tiene un nivel extraordinario. El es uno de los bardos más grandes de Latinoamérica del Siglo XX.
Además se han escrito ensayos extraordinarios de Juan Ramón Molina, sin embargo creo que hace falta escribir su historia en un libro, contando todo, incluso lo malo: sus miedos y frustraciones.
PD: Allá por 1908 Molina hablaba de una Tegucigalpa triste, ¿ha cambiado esa realidad si la comparamos con la de ahora?
MMB: Tegucigalpa no es una ciudad triste, por el contrario me parece ruidosa. Siempre hemos sido una capital cultural, supongo que cuando habló de una Tegucigalpa triste era porque como genio que era, tenía alma atormentada y ese tipo de personas son incomprendidas muchas veces. Le pongo el ejemplo de Clementina Suárez, una mujer feminista, un ser absolutamente anti convencional que rompió todas las reglas y los hombres la adoraban, las mujeres querían ser como ella, era ídolo… no era frustrada, todo le resbalaba, era de carácter fuerte y se amaba a sí misma.
Volviendo a Juan Ramón Molina, supongo yo que él en Tegucigalpa nunca encontró el ambiente de ciudades cultas como Santiago (Chile), México DF o Buenos Aires (Argentina), donde los poetas sí tenían una posición preponderante al grado de ser importantes como un Cardenal.
PD: ¿El mejor libro de Juan Ramón Molina?
MMB: Cielos, Tierras y Mares.
PD: ¿Qué tenía el rock de antes que no tiene el de ahora?
MMB: Ahora hay mucho rock desechable, pero lo bueno es que muchas bandas de antes siguen activas y continúan haciendo la misma calidad de música.
Ahora mismo viene Iron Maiden a El Salvador y Costa Rica, mucha gente irá a verlos y lo hará porque tocan extraordinariamente. El año pasado sacaron un disco que se llama “The Book of Souls” y el concepto central de álbum es la civilización maya por eso es que escogieron El Salvador, aunque tiene poca cultura maya forma parte de la ruta.
Le puedo mencionar a Judas Priest, Black Sabbath, Guns N Roses, Cinderella… siguen haciendo música.
PD: ¿Es el reggaetón involución de la música?
MMB: Antes del reggaetón salió el Computo, que era una mezcla de lo electrónico y el reggae rapeado… el cómputo era decente, en lo personal no me gustaba, pero era decente. Desde Panamá salieron buenas canciones que todo mundo las bailaba sin vulgaridad. Ya después sale el reggaetón que es una música en decadencia.
Sin embargo puedo decir que en Honduras hay buenos artistas de este género como Bullaka Family. Ellos son ejemplo de gente que está en ese ritmo e intentan hacer algo mejor. También los Bohemios del Reggaetón, que dejaron atrás el ritmo y hacen una especie de pop latino.
Si vamos a hablar del único artista decente de reggaetón, que sí tiene una base musical respetable, además de que canta muy bien es Don Omar.
Debo decir que tengo muchos amigos que trabajan en emisoras urbanas y como los quiero mucho, respeto sus gustos y el trabajo que ellos hacen.
PD: Usted ha practicado periodismo en radio, televisión, prensa escrita y ahora digital, ¿con cuál se queda?
MMB: No niego que el periodismo escrito me apasiona, de hecho quiero regresar a esta modalidad porque siento que tengo mucho que dar y especialmente porque me encanta la convivencia de compañeros en redacción de periódicos. Me quedo con el periodismo escrito.
PD: El webmaster de Proceso Digital (Alan Lagos) me dijo que le comentara que si no hubiera sido su influencia, seguramente fuera amante de la música ranchera. Personalmente ¿se considera una leyenda en Honduras?
MMB: Lo que me considero es una pionera de la locución bilingüe en Honduras. Otros me califican como la precursora en la locución musical bilingüe, la primera presentadora de programas musicales en televisión con videos, la primera joven que hizo traducción simultánea de los eventos de premios musicales en televisión y la primera periodista de rock femenina en Honduras, además de la única periodista de rock profesional de toda Centroamérica.
Si lo anterior hace que sea una leyenda, eso le toca calificarlo a los demás. Lo único que hice fue aprovechar las oportunidades que me vinieron a ofrecer porque yo no pedí estar en medios de comunicación.
PD: ¿Se vio en el espejo de alguien para adquirir su estilo, se inspiró en alguien?
MMB: Cuando empecé en esto -mayo de 1983- no había absolutamente ninguna femenina en nuestro medio que me pudiera inspirar. Todo lo que soy lo hice yo sola, simplemente me dejaba llevar por mi instinto. Además no creo que hubiera copiado un estilo porque siempre he sido auténtica.
PD: ¿Se considera irreverente?
MMB: Soy irreverente moderada porque no voy en contra de todo. Respeto a los mayores, soy respetuosa de mi religión católica. Sí soy irreverente porque me atrevo a ser yo misma en un país con muchos prejuicios sociales. Es feo que te juzguen por la apariencia… nada de eso me detiene, muchos me ofenden por lo que hago.
PD: ¿Colecciona algo?
MMB: La colección más bella que tengo son mis libros de música. También colecciono discos.
PD: ¿Tiene pocos o muchos amigos?
MMB: Conocidos tengo infinidad, amigos muy pocos…
PD: En una entrevista con el caricaturista Allan McDonald me dijo que él nació en el país equivocado ¿usted siente lo mismo?
MMB: Amo a Honduras. Este país no tiene la culpa de no tener el ambiente propicio para personas como Allan (McDonald) o como yo. Lo que pasa es que nos toca intentar hacer una diferencia personal en Honduras y tratar de cambiar el ambiente.
PD: ¿Sus otras pasiones cuáles son?
MMB: Me fascina el café, me encanta viajar al extranjero a conciertos de rock y colecciono camisetas de rock. Me considero una mujer de gustos sencillos. Me fascina compartir con personas inteligentes porque aprendo de ellas y te menciono a mi mejor amiga Merlin Ivania Padilla.
PD: ¿Cómo es su hombre perfecto?
MMB: No existe hombre perfecto, pero me conformo con alguien que acepte mis locuras, ilusiones y mis anhelos. El físico es irrelevante cuando hay afinidad sicológica.
PD: ¿Tiene novio?
MMB: Es de profesión abogado y se llama Jacko Enrique Amaya. Él es de esas personas que tiene una conversación fina, aprendo mucho con él, siento que el tiempo a su lado vale la pena.
PD: Al estar frente a un determinado personaje ha dicho sueño cumplido.
MMB: He conocido varias celebridades de rock, pero todavía no conozco a Ozzy Osbourne – cantante, músico y compositor británico de heavy metal- o al cantante principal de Led Zeppelin, Robert Plant.
PD: ¿Le molesta que le pregunten la edad?
MMB: Como yo no se la pregunto a nadie, espero lo mismo. Yo no tengo problemas en revelar mi edad cuando estoy con amigos. Lo que sí me molesta es que me pregunten por qué no me he casado o por qué no he tenido hijos.
PD: ¿De los políticos de Honduras, qué piensa?
MMB: Mejor no contesto.
PD: ¿Y la justicia como la analiza?
MMB: Tuviéramos un mejor país si no mataran a los fiscales justos y si no cambiaran a los jueces justos. No tengo para nada un buen concepto de la justicia hondureña porque a los buenos los quitan del camino. Aquí lo que predomina es el afán de enriquecerse ilícitamente.
PD: ¿Le interesa si hoy se escoge una nueva Corte Suprema de Justicia?
MMB: No creo que sea la Corte de Justicia que merecemos y necesitamos los hondureños, de ahí deduzca mi respuesta.
PD: ¿Le teme a la muerte?
MMB: A veces sí, a veces no. Depende de cómo esté emocionalmente. Trato de ver la muerte como el comienzo de una vida nueva, creo que hay vida mejor si hacemos los méritos claro está.
PD: ¿Le gusta el fútbol o algún otro deporte?
MMB: No, no, no, no… Soy persona de leer, escribir y viajar. Prefiero el arte que el deporte.
PD: ¿Cómo califica al Salvador Nasralla político?
MMB: Es una persona sincera con muchas ganas de hacer cambios, pero lo que siempre he creído de él emocionalmente no está preparado para dirigir un país porque se enoja con mucha facilidad y un presidente tiene que tener un gran autocontrol. Para el caso, si gana Donald Trump en Estados Unidos pasará exactamente lo mismo, ese señor es narcicista… Salvador también ha tenido su ego elevado, habría la dificultad que manejaría el país como un estudio de televisión.
PD: ¿En qué gasta más dinero?
MMB: En viajes y compro muchos jeans (pantalones de mezclilla).
PD: ¿A propósito del Día de la Mujer, cómo define a las hondureñas?
MMB: Soy conservadora y puedo decir que las generaciones actuales hacen cosas que no apruebo para nada. Siento más confianza en las generaciones anteriores, antes habían hábitos y costumbres que se respetaban, ahora hay mucho indiferencia y vanidad. Las de antes teníamos educación para hablar y para comportarnos.
PD: ¿Cómo mujer se siente realizada?
MMB: Si por lo que hecho me hubiera rendido los frutos que merezco me sentiría satisfecha.
PD: ¿Por qué lloró la última vez?
MMB: Estoy acostumbrada de recibir latigazos de cualquier persona, pero cuando viene de alguien que quiero, me duele… la última vez que lloré fue por eso.
PD: ¿Qué le aconseja a los que hacen radio, escriben o dirigen programas para jóvenes?
MMB: Que no lo hagan solo por ser famosos, que traten de encontrar un sentido de servicio al país. Sean productivos y no por pagar impuestos crean que basta para ser buenos ciudadanos, háganlo forjando opinión que se dedique a formar cultura, moral y buenas costumbres. Nunca digan al aire lo que no son capaces de cumplir en su vida personal.