Washington – El magnate Elon Musk, encargado del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) con el objetivo de reducir el gasto público, acudirá el miércoles a la primera reunión de gabinete que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, celebrará en la Casa Blanca, según anunció este martes el Gobierno.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, explicó en una rueda de prensa que aunque Musk no tiene rango para formar parte del gabinete, participará en el encuentro para exponer sus esfuerzos en la identificación de «despilfarro, fraude y abuso» en las distintas agencias gubernamentales.
Esta reunión se produce en un contexto de crecientes tensiones dentro de la Administración de Trump. Algunos departamentos, como el de Estado, dirigido por Marco Rubio, o el de Defensa, bajo el mando de Pete Hegseth, han instruido a sus empleados para que no obedezcan unas órdenes que Musk dio en los últimos días.
Musk había dado un ultimátum a los empleados federales, que venció ayer a medianoche, exigiéndoles justificar su puesto de trabajo. Para ello, debían responder a un correo electrónico enviado el sábado en el que detallaran las tareas realizadas durante la última semana, con el riesgo de ser despedidos si no lo hacían.
El lunes aseguró que esos trabajadores iban a tener una nueva oportunidad para contestar, pero reiteró que no hacerlo tendría como consecuencia su cese.
Esta estrategia de Musk para recortar el gasto público ha chocado con la oposición de los jefes de varias agencias gubernamentales.
En concreto, el FBI, el Departamento de Estado, el Pentágono y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés), entre otros, han instado a sus empleados a no responder al mensaje, argumentando que la evaluación de su desempeño es responsabilidad exclusiva de los directivos de cada agencia.
El polémico correo, enviado por la Oficina de Personal del Gobierno (OPM) con el asunto «¿Qué hiciste la semana pasada?», exigía a los empleados responder antes de la medianoche con cinco «logros» alcanzados en su puesto.
Esta iniciativa refleja el creciente poder que Musk ha adquirido dentro de la Administración, lo que ha suscitado el rechazo de empleados públicos, sindicatos y la oposición demócrata, que denuncian control del empresario sobre las actividades y falta de transparencia.
Hasta ahora, Musk ha tomado decisiones drásticas, como el desmantelamiento de la Agencia para el Desarrollo Internacional (Usaid), la congelación de la ayuda humanitaria de Estados Unidos y la oferta de indemnizaciones a empleados públicos para incentivar su renuncia, bajo la amenaza de despidos forzosos para quienes no las aceptaran. JS