Tegucigalpa – Con un aumento proporcional de muertes de migrantes en la ruta migratoria y con los últimos hechos que han terminado en tragedia como el fallecimiento de un infante en el Río Grande que divide México de Estados Unidos, se colige que la muerte y el dolor están amenazando a los “catrachos” que han decidido emigrar en busca de una mejor vida.
– En el 2018 las muertes de compatriotas tratando de llegar a Estados Unidos fue de 282, de los cuales 231 hombres y 51 mujeres.
La última víctima respondía al nombre de Ezequiel Bonilla, un menor hondureño de apenas siete años de edad, quien murió por sumersión, al intentar como cientos de migrantes llegar a EEUU a través del río.
Solo en las últimas horas se ha confirmado también la muerte de un hondureño al ser arrollado por el tren de carga conocido como “La Bestia” y otra fémina, también migrante, murió en un hospital de Guatemala.
Las cifras oficiales revelan un aumento en las muertes de hondureños mientras estos buscaban mejorar sus condiciones de vida, sueño que hoy es una pesadilla para las familias que visten de luto a causa de estas tragedias. Leer nota completa
