Bagdad – Al menos 28 personas, más de la mitad de ellas supuestos extremistas, murieron hoy y varias decenas resultaron heridas, en enfrentamientos y ataques al oeste y norte de Bagdad, informaron fuentes de seguridad.
En el suceso más mortífero, once supuestos miembros de la organización terrorista Estado Islámico de Irak y del Levante perdieron la vida y otros dieciocho sufrieron heridas en choques con las fuerzas de seguridad en la localidad de Al Jaledia, situada en la provincia de Al Anbar, en el oeste de Irak.
Asimismo, una fuerza mixta de policías y milicianos suníes se enfrentó a un grupo de desconocidos en la zona de Al Sufiya, al sur de Ramadi, capital de Al Anbar, lo que concluyó con la muerte de seis hombres armados, dos milicianos y dos agentes del orden.
En otro tiroteo similar, tres presuntos combatientes del Estado Islámico murieron en un bombardeo de un helicóptero militar en la aldea Zubeá, al este de la ciudad de Faluya, a cincuenta kilómetros al oeste de Bagdad.
Un civil perdió la vida y otros nueve resultaron heridos por un bombardeo del Ejército iraquí desde un cuartel militar contra algunos barrios de Faluya.
Un presunto extremista falleció en un choque con fuerzas de seguridad en la localidad de Yalula, unos setenta kilómetros al noreste de Baquba, capital de la provincia de Diyala, al noreste de Bagdad.
En otra área de esa provincia, dos soldados resultaron heridos de gravedad por el estallido de una bomba junto al vehículo en que se trasladaban.
Un policía falleció y un sargento sufrió heridas en un atentado en la ciudad de Al Meqdadiya, ubicada en Diyala.
Un soldado murió y cuatro fueron heridos en un ataque suicida con coche bomba contra una sede del Ejército iraquí en la ciudad de Mosul, al norte de Irak.
Irak sufre un repunte de la violencia confesional y de los atentados terroristas, que causaron en 2013 la muerte de 8.868 personas, de las que 7.818 eran civiles, según cifras difundidas por la ONU.
Asimismo, una fuerza mixta de policías y milicianos suníes se enfrentó a un grupo de desconocidos en la zona de Al Sufiya, al sur de Ramadi, capital de Al Anbar, lo que concluyó con la muerte de seis hombres armados, dos milicianos y dos agentes del orden.
En otro tiroteo similar, tres presuntos combatientes del Estado Islámico murieron en un bombardeo de un helicóptero militar en la aldea Zubeá, al este de la ciudad de Faluya, a cincuenta kilómetros al oeste de Bagdad.
Un civil perdió la vida y otros nueve resultaron heridos por un bombardeo del Ejército iraquí desde un cuartel militar contra algunos barrios de Faluya.
Un presunto extremista falleció en un choque con fuerzas de seguridad en la localidad de Yalula, unos setenta kilómetros al noreste de Baquba, capital de la provincia de Diyala, al noreste de Bagdad.
En otra área de esa provincia, dos soldados resultaron heridos de gravedad por el estallido de una bomba junto al vehículo en que se trasladaban.
Un policía falleció y un sargento sufrió heridas en un atentado en la ciudad de Al Meqdadiya, ubicada en Diyala.
Un soldado murió y cuatro fueron heridos en un ataque suicida con coche bomba contra una sede del Ejército iraquí en la ciudad de Mosul, al norte de Irak.
Irak sufre un repunte de la violencia confesional y de los atentados terroristas, que causaron en 2013 la muerte de 8.868 personas, de las que 7.818 eran civiles, según cifras difundidas por la ONU.
