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MSF finaliza proyecto en Tegucigalpa tras liberación de 8.5 millones de mosquitos con Wolbachia en El Manchén

Tegucigalpa – Médicos Sin Fronteras (MSF) finalizó el proyecto de prevención de arbovirosis en Tegucigalpa, una iniciativa enfocada en reducir la transmisión del dengue y fortalecer las capacidades locales de respuesta a esta enfermedad endémica en Honduras.

El proyecto, desarrollado en colaboración con la Secretaría de Salud (SESAL), la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), el World Mosquito Program (WMP), la Región Sanitaria Metropolitana del Distrito Central y las comunidades locales combinó distintos métodos innovadores de control vectorial con estrategias de participación comunitaria.

Entre ellos, la introducción del método Wolbachia, la aplicación de Rociado Residual Intradomiciliario (TIRS) y el uso de discos de Piriproxifeno (PPF) en barrios de alta incidencia como El Manchén, La Joya y El Edén.

“Sin la comunidad local este proyecto no hubiera sido posible. Su participación, confianza e interés fueron fundamentales para que las estrategias pudieran implementarse y sostenerse con el tiempo”, destacó Edgard Boquín, coordinador de proyecto.

“También, debemos reconocer que nuestros colaboradores de la SESAL, la UNAH y el WMP fueron aliados clave en la promoción y ejecución de las numerosas fases que atravesó este proyecto”, agregó.

Durante seis meses de liberaciones en El Manchén, se introdujeron cerca de 8.5 millones de mosquitos con Wolbachia, alcanzando en junio 2025 una prevalencia del 97.8 % en la población local de mosquitos Aedes aegypti.

Mientras los resultados estadísticos aún están bajo análisis, preliminarmente se sugiere que la introducción de Wolbachia contribuyó a una reducción de casos de dengue en comparación con zonas de control donde no se aplicó el método.

En paralelo, se logró intervenir más de 7 mil 500 hogares en las comunidades de La Joya y El Manchén con los métodos TIRS y PPF, alcanzando una alta aceptación comunitaria, donde la mayoría de las personas encuestadas consideraron las intervenciones positivas. Durante esta implementación la confianza de las personas se mantuvo alta, por lo que MSF recomendó que el esfuerzo continuo a largo plazo se debe hacer de la mano y combatir la desinformación, resolver dudas y seguimiento cercano a la opinión pública. 

Con este fin, más de 60 personas voluntarias de la comunidad fueron capacitadas para continuar promoviendo la prevención del dengue en sus colonias, además de formaciones al personal de salud sobre vigilancia epidemiológica y manejo clínico de casos.

“Este proyecto demuestra que la innovación y la participación comunitaria pueden ir de la mano en la lucha contra las enfermedades transmitidas por vectores”, señaló Boquín. “Fue una experiencia con un enfoque único dentro de Médicos Sin Fronteras a nivel mundial, que deja un aprendizaje enorme para la organización en materia de prevención y salud pública”, acotó.

Aunque el proyecto de prevención concluye en el marco de una revisión de las estrategias de intervención de MSF en Honduras, la organización mantiene su compromiso con la salud de la población hondureña con su proyecto de salud sexual y reproductiva en San Pedro Sula y con el seguimiento epidemiológico del dengue y otras arbovirosis en el país; así como la respuesta a posibles emergencias, indicó en un comunicado. (RO)

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