Roma – La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) anunció hoy que concluye sus actividades de socorro en el Mediterráneo Central tras ocho meses en los que ha asistido a 20.129 refugiados e inmigrantes que intentaban llegar a territorio europeo.
El barco «Bourbon Argos», el último de MSF que patrullaba el área central del Mediterráneo, llegó al puerto italiano de Augusta el pasado 30 de diciembre con cien personas a bordo, informaron a Efe fuentes del grupo humanitario.
Dado que el flujo de inmigrantes procedente del norte de África se ha reducido con la llegada del invierno, MSF considera que las autoridades «cuentan con los recursos suficientes para afrontar las necesidades del momento», según un comunicado.
No obstante, insta a que la Unión Europea (UE) proporcione «recursos adecuados y específicos» que eviten tragedias en los próximos meses, cuando, alerta, «el número de llegadas aumentará presumiblemente de nuevo».
«2015 ha sido el año con más víctimas en el Mediterráneo, y las actividades de búsqueda y socorro no son la solución. Para poner fin a las muertes en el mar, hacen falta rutas legales y seguras hacia Europa», afirma MSF.
La organización subraya que está preparada para intervenir de nuevo en caso de que «la UE y sus Estados miembro no logren proteger la vida de los miles de hombres, mujeres y niños que en los próximos meses se verán obligados a abandonar el norte de África para alcanzar Europa».
MSF entró en acción en el Mediterráneo Central en mayo de 2015 con tres barcos: «Bourbon Argos», «Dignity I» y «My Phoenix».
En este tiempo, MSF ha asistido directamente a 20.129 personas y ha efectuado 120 dispositivos de rescate distintos y 80 desembarcos en puertos italianos.
Italia, por su posición geográfica, ha recibido en los últimos años un elevado número de inmigrantes y refugiados procedentes de África que querían alcanzar territorio europeo tras abandonar sus países, afectados por conflictos y violencia.
En los últimos meses, sin embargo, este flujo se ha visto reducido debido al frío, las malas condiciones en el mar y también a que muchos refugiados han optado por rutas más seguras, como la de los Balcanes, por tierra.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha calificado la ruta del Mediterráneo como la más peligrosa del mundo y ha señalado 2015 como el año más trágico, con 3.771 muertos y desaparecidos en sus aguas.
En el área central del Mediterráneo murieron el pasado año 2.892 personas, en la zona oriental -entre Grecia y Turquía- 805 y en la occidental 74.